El descanso

Había salido al fin del mundo humano, era agradable verlo destruirse por el poder de un lobo feroz pero nada le daba más satisfacción que volver al cielo oscuro, nocturno y perfecto para ella, que el cielo de Hueco Mundo "noche hermosa noche..." meditaba cuando se abrió una garganta con una mujer de pantalones de camuflaje, chaqueta negra y cabellera azul, saliendo de ésta con ganas de sentirse en casa a gusto.

Dejó la garganta un poco más abierta para que el lobo llegara sin problemas y cruzó los brazos mirando al cielo, respirando profundo "que melancolía me das... " meditaba como si hablase con el cielo, aborrecía la soledad, y mucho más el silencio, le daba tiempo de pensar, de recordar y de ser una amargada depresiva como las demás espadas y eso era algo que no se iba a permitir a si misma.

-Vaya, vaya-

Expreso ante los cambios ocurridos en su ausencia, no comprendía lo que estaba pasando y porque el castillo de Las Noches mostraba tan drástica transformación ni quien era el causante de tal metamorfosis -¿Qué es lo que ha ocurrido aquí?- pregunto alfo confundido a Nass intentando comprender lo que se presentaba ante sus ojos, aun que probablemente no pudiese responder en plena satisfacción su pregunta.

Continuo con su asombro inicial ante la misteriosa remodelación del palacio, pero no se quedaría mucho tiempo sin investigar los acontecimientos, alguien tendría que darle alguna explicación razonable y satisfactoria.

- crees que sería prudente investigar Okami? - Preguntó al girar sus ojos grises de vuelta hacia el castillo, una brisa necia tocó su cabellera larga que llegaba hasta las rodillas, de un morado oscuro pero reluciente bajo la luz de la Luna, así como su piel de un tono parecido y moviendose al compás, las telas transparentes que se ataban a la cintura que atrevidamente le descubren las piernas en dos aberturas a los lados - algo interesante debe suceder - dibujó una sonrisa con los labios negros sin dejar de mantener los brazos cruzados con un suave tono de voz, sensual pero grave a la vez.

Aun escuchando a su recién adquirida compañera de andaduras expreso concentrándose en los alrededores – Y obtendremos respuestas- cerrando los ojos y dejándose guiar simplemente por el olfato, podía percatarse de la presencia no muy lejana en el tiempo de un ser no Arrancar ni Hollow, un ser que no contenía la esencia característica del olor a hueso expuesto que toda mascara de un hollow poseía.

-Vamos, no se si este ser es el culpable pero recibiremos respuesta de una u otra forma- dijo a Nass para dirigirse al lugar donde se dirigió, el cual por casualidades del destino y según los rastros de su olfato resultaba el mismo lugar de donde había salido.

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De un veloz shunpo finalmente el señor de hueco mundo apareció en la entrada a aquel largo y presuntuoso puente. Esperaba pues que la 5º espada lo hubiera seguido al fin. Su cuerpo se paró en seco para al fin dar media vuelta y mirar la inmensidad del oscuro y vasto territorio que rodeaba el lugar.
"Espero que no tarde mucho en venir...El tiempo corre..."Pensó, y llevó una de sus manos a su cabeza, acariciando su frente y echando hacía atrás su cabello mientras respiraba hondo.
"Dentro de muy poco se acabarán las disputas y los conflictos la causa los unirá y así una vez unidos podremos aplastar la sociedad de almas..."Seguía pensativo el espectro esperando la llegada de la mujer.

Un portal interdimensional, un agujero negro sin un fondo visible, se abre en el suelo, a un lado del hombre y de este se eleva la Espada hasta quedar a la altura del piso y el agujero se cierra rápidamente - espero que lo de la Luna sea metafórico... sería una lástima perder a mi amada por una cosa semejante - toma aire profundamente como si buscara sentir la brisa que insistía en mover sus telas transparentes y su cabellera lila, poniéndose la campana en la cadena de plata que adorna la cintura delicadamente, una joya fina que servía para sostener la Zampakuto mientras no era necesaria, lo que era fácil por tener el tamaño de la palma de la mano de su dueña.

OST Del Momento

Hantei seguía en tribulaciones y problemas, ninguno de aquellos seres era normal, ninguno de ellos parecían actuar con una naturaleza de Arrancar, ni siquiera Okami, todos parecían consumidos por el dolor y el odio, Los hollows no tienen sentimientos y aun sin embargo estos parecen albergarlos.
"Si no se unen a mi no me quedará mas remedio que expulsarlos del castillo y buscar la forma de crear un ejército propio...Es muy drástico pero no puedo pasarme la vida charlando con gente que no quiere hablar, eh de decidir si finalmente consagraré mi alianza con los espada o si deberé hallar otro camino..."Pensaba el espectro, su mente algo distraída conseguía distraer sus sentidos y no presintió donde aparecería la espada. El agujero negro se abrió en el suelo y esta apareció a su lado, mas Hantei se dio la vuelta girando sobre sí mismo, para quedar a escasos centímetros de frente a aquella hermosura.
-Si mis ojos no me engañan eres el ser mas bella de esta vida y de la otra...Pero por alguna razón mi alma me dice que eres un ser oscuro cuya crueldad no conoce límites...-Su voz sonaba tranquila, casi susurrante, hablaba cerca de su cara con los ojos entrecerrados, y rodeando poco a poco con su brazo derecho la cintura de la espada, con la mano por encima de la cadera para no incomodarla.
-Que es lo que mas deseas?...-Preguntó susurrante cerca de su oído, le intrigaba mas que a nadie su respuesta, y quizás por aquella espada, quizás sería la única o mas bien la última oportunidad que daría Hantei a aliarse con los espada de Hueco mundo.

Acababa de salir del agujero negro y sus palabras se detuvieron al sentir a Surota tan cerca de su rostro, que tenía la sensación de sentir la respiración chocando con su rostro - yo... - había escuchado una extraña pregunta, algo que no había oído de nadie, ni en su vida mortal, ni en el rukongai, era algo que ella misma no estaba segura y por alguna razón al sentir la mano deslizarse en su espalda y esos ojos azules penetrándole su oscuro ser, pensar se estaba haciendo difícil e inclusive el nerviosismo se estaba apoderando de la prudente y silenciosa Espada - deseo... -

sus ojos se desvían un momento, era necesario, para poder pensar algo coherente o sencillamente respirar "prudencia Nasspiel" meditaba buscando calmar sus instintos, y justo dijo - darle mi lealtad a un Amo que pueda entender lo que esa palabra significa para mi... - susurró en su oído, tal y como él lo habia hecho y le acarició el rostro en la mejilla opuesta en la que estaban los labios negros hablando - porque esa palabra es todo lo que conozco... -

Los ojos decían mil cosas que quizás su boca no supo expresar, no entendía mucho sobre emociones y conoció poco de la vida, pero lo que si conoce bien, es esa palabra y eso es todo lo que desea que alguien escuche y entienda de sus labios.

OST Del Momento

El espectro No pudo evitar sonreír ante la inquietud de su allegada, tan suave y frágil parecía tanto que al mismo tiempo imponía el respeto propio de un espada, aunque en cierta forma Hantei se sentía seguro y calmado.
-Varias han sido las ocasiones en las que eh ofrecido las cosas que eh ofrecido a los espada, algunos me han apoyado otros no, pero en ningún momento le exigí a nadie su lealtad absoluta, porque habría de pedirte o exigirte lealtad? En que me diferenciaría entonces de los shinigamis que tan estrictamente la exigen?...-Hizo una pausa para abrazarla hacía su cuerpo. Su estatura era ligeramente mas alta que la de la mujer por lo cual inclinó lentamente la cabeza que se mantenía por encima del hombro de Nasspiel para decir a su oído.
-Tu lealtad es hacía ti misma, no hay nada en ello que puedas ofrecerme, yo no busco tu lealtad, eres tu quien me la ha de ofrecer, yo no te la exigiré, solo deseo tu dicha...Busco compañeros, aliados en la causa, no siervos...El término "Amo" lo aborrezco, soy el señor de hueco mundo, comandante de sus ejércitos y padre de ellos, no soy el rey de unos vasallos que se han de arrodillar ante mi llegada...Aunque parece que los espada no han comprendido mis palabras...-Su mano izquierda fue poco a poco rodeando también su cadera para unirse con su mano diestra y sujetar la muñeca derecha con su mano siniestra.
-Desde hace ya medio siglo, nunca había abrazado a una mujer, no había sentido la fuerza de alguien de esta manera sobre mi cuerpo...Estaba empezando a perder mi fe sobre los espada, quizás me precipité en ello... Quizás no...Solo espero que seas capaz de comprender mis palabras, los días como hoy son muy importantes en la vida, y además son muy escasos, por eso no debemos quitarles valor con palabras rebuscadas...-con un tono de voz dulce al mismo tiempo que sereno pronunció al oído de Nasspiel-...Desde tu llegada mis ojos se han fijado en ti...Un hombre como yo tiene dos caras, y de entre todos fuiste quien obtuvo el valor y la fuerza para cuestionarme, dejando de lado a Okami, digamos que entre el y yo ya hay algunos temas pendientes...Mas tus ojos...-Separó ligeramente su pecho de de esta para poder mirarla a los ojos, sonriente y al parecer feliz de poder verlos mas de cerca.
-Son de una naturaleza como jamás había visto...-Soltó la manos de su cintura para llevarla a su cabeza y desatarse la cinta que llevaba pegada en la frente para así extenderla entre sus manos para quitarle cualquier pliegue posible.
-Te entrego esta cinta como señal de mi confianza hacía ti Nasspiel Merak...Si decides llevarla, hazlo con orgullo...-No a llevó hacía las manos de esta sino a su frente, la ató a su cabeza, dejando el nudo tras la nuca en la parte alta de la cabeza, lo hizo de forma calmada y con mucha habilidad. Cuando la espada pudo sentir como el nudo se apretaba para confirmar que estaba sujeta Hantei, quien sentía debilidad por los encantos de Nasspiel no pudo evitar acercar su rostro de ojos entrecerrados hacía ella y de forma corta pero con una sensible intención dejó un pequeño beso en los labios de esta, para así llevar sus manos hacía las de esta, tomarlas, y al separase llevarlas hacía el corazón de ella dejándolas en su propio pecho. Se apartó varios pasos atrás.
-Si decides acompañarme, atiende mi llamada cuando invoque a los espada en la cámara...Hay algo que desees decir o que necesites de mí?...-Termino de decir el espectro antes de marcharse a terminar ciertos preparativos.

El manojo de nervios en forma de Espada, pronunció unas leves palabras, respuesta rebuscada, pensada, meditada, así era como ella lo hacía todo, como si debiera mostrar el mismo rostro a cada momento, pero aquellos mundos gélidos daban pie a pensar que no había más rostros que la hipocrecía y el dolor.

La mujer que todo lo piensa dejó de pensar y comenzó a sentir la calidez de algo extraño pero tan agradable que no pudo oponerse, es más le pareció agradable y embriagante el calor de un cuerpo junto al suyo, el susurro de unas palabras en su oído, suaves como si temieran herirla, provocando algo aún más sorprendente, que dejara su prudencia y deslizara las manos a abrazarle por los hombros, descansando la barbilla en el hombro del caballero y la calidez de su mejilla mientras hablaba, rozando con la propia sutilmente.

No quería safarse de esas sensaciones, y la bruja se conmovió el alma con la ternura recibida, le soltó cuando él se apartó y ella le miraba los ojos con un rostro sereno, pero con una sonrisa involuntaria, dibujada, tatuada hasta lo más profundo de su ser, sutil pero obvia, cerró sus ojos al recibir el regalo atado a su frente, un par de mechones lila sobresalieron del amarre y adornaba su rostro de forma distinta, y nuevamente aquellos ojos azules le envolvían con suavidad, ya no habían sarcasmos y palabras fuertes ni gritos, mataría por esos ojos y su prudencia desvanecida quedaría, si esos ojos volvieran a mirarle así.

Estaba muda, embelesada y cuando pensó en decir algo, él se acercó, no dudó en sus movimientos, seguro de lo que hacía, no parecía meditar lo que haría y ella se percató de sus labios, que ya había mirado la primera vez que lo observó entrar gallardo y orgulloso a la sala, entrecerró los ojos y a pesar de la rapidez del beso, le correspondió sin demora, hubiera alargado ese momento hasta la eternidad pero fue breve y sus manos quedaron donde va el corazón, mirándole a una distancia corta, pero palpable - si... - quizás no sabía hablar sin rebuscar y meditar mil veces sus palabras, pero por primera vez sentía le necesidad imperiosa de hacer algo que quiere, no algo que un amo le ordena, por lo que los pocos pasos que les separaban desaparecieron al acercarse, llevó las manos al rostro de Surota y los labios negros decidieron acariciarle con delicadeza en un beso, tímido, le agradaba poder deslizar los labios tan suavemente que su calor quedara plasmado, no sabía si volvería a sentirlos, si todo aquello era una ilusión de su mente pero fuera lo que fuera, ese momento era suyo y no se lo dedicaría a nadie más por obligación, sino por placer.

OST Del Momento

El espectro se mantuvo firme ante la idea de cualquier represalia que la espada pudiera tomar contra él. No pudo evitar sonreír cuando vio su apariencia junto a aquella cinta que ahora adornaba su cabello y le daba un áspecto mas parecido al suyo.
"Supongo que el amor puede mas que el odio..."Pensó mientras esperaba una respuesta por parte de su allegada.
La sorpresa para él fue que esta se iba acercando mas el cuerpo de Hantei se volvió rígido mas duro que una roca, tanto que al posar ella sobre él sus manos podría notar su estado, mas el beso que finalmente llegó a sus labios hizo que aquella rigidez se tornara ternura y con cariño la volvió a abrazar por encima de la cintura con sus manos, rodeando con sus brazos el cuerpo de tan bella mujer.
-Quiero que vengas conmigo Nasspiel...-Dijo cuando sus labios se separaron por un instante en el que él profirió una muy leve y apacible sonrisa. Su mano derecha subió hasta el rostro de esta y con delicadeza apartó con suavidad uno de los mechones de la cara de esta, rozando con suavidad su piel sintiéndola en la punta de sus dudas.
Su mano volvió a reunirse con la otra para apretar el cuerpo de la chica hacía el suyo y esta ves darle un beso apasionado, sus labios recorrieron los de Nasspiel sin duda alguna alguna, mas la nariz de este rozaba con al de ella sutilmente al tiempo que no podía evitar sonreír ligeramente.
-Quiero volver a preguntarte...Cual es tu mayor deseo?...-Dijo muy cerca de sus labios de nuevo, por un momento el espectro perdía la noción del tiempo y disfrutaba tras tantos años de una merecida paz y tranquilidad que tanto le había costado conseguir.

La rigidez que sintió en el cuerpo del Espectro era la respuesta más razonable ante una respuesta sin previo aviso como la que ella había dado, tal fue su acción que su mente seguía ausente, no había nada que meditar, si no sintiera su calor pensaría que delira o que se fue a una de sus dimensiones y se perdió en un mundo paralelo, todo era posible, era más probable que haber encontrado aquel Nirvana en un sólo momento y con un sólo hombre.

Escuchó algo que pareció terminar de romper la oscuridad en que se sumía a solas para ahogar cualquier probabilidad de emociones, alguien pedía que le acompañara y no era un mandato, era algo que vibraba desde los labios de los dos, y una caricia tras otra, el beso se volvió profundo y placentero, encontró lo que había leído en libros y de lo que tanto se propagaba por la boca de todos, una emoción que le llevó a deslizar las manos, abrazándole por el cuello y acariciandole su suave rostro con el de ella, levemente, con ternura, con aquellos ojos cerrados, sumisos ante los impulsos - quiero ir contigo... quiero acompañarte... por primera vez haré lo que yo deseo - susurraba cálidamente, quizás luego se reprocharía su exceso de confianza, su comportamiento inapropiado, sus impulsivas palabras, pero eso ya sería en otro momento, en ese estaba él y nadie más tenía derecho de estar ahi.

OST Del Momento

Sonrió de felicidad ante aquellas palabras mas el espectro sabia que el tiempo apremiaba y que debía atender ciertas obligaciones que no debían ser retrasadas por mas tiempo.
"Como saber si es correcto o no...Como decir que no a esto, dar media vuelta y seguir tu camino...Como Ouka, Kiryu...Como pueden ser capaces de renunciar a lo que cielo y el infierno no pueden ofrecer..."Pensó y con una alegre sonrisa volvió a mirarla. Su sonrisa era cálida pero sus ojos mostraban cierta tristeza por tener que separarse de ella por el momento.
-Nasspiel...Eh de partir un día quizá dos, debo terminar mi entrenamiento...Preparar el ataque a la sociedad de almas y algunos detalles más...Al lugar donde voy solo un espectro puede permanecer sin desaparecer, pero te prometo que volverás a verme...-Terminó de decir Hantei cuando la abrazó con todas sus fuerzas levantándola al aire por un momento besando con toda pasión los labios de la mujer y bajarla así de nuevo al suelo.
-Recuerda este día...Yo no seré capaz de olvidarlo...Las estrellas...Las dificultades...Ve con Okami y con los demás, manteneos unidos y no cometais ninguna imprudencia la sociedad de almas está muy atenta tas el reciente ataque, por favor esperad mi plan de batalla, no quiero perder a un compañero sin razón alguna...-Poco a poco y con suavidad fue separando el cuerpo de la mujer del suyo propio para terminar.
-Hay algo mas que quiero que te quedes, si me hicieras ese favor...-Se quitó la túnica que tanto amor había adquirido por ella y la puso por encima de los hombros de la chica.
-Hueco mundo es un lugar frío, y no quiero que enfermes, además esta túnica representa la oscuridad que albergo, quien mejor para llevarla que aquella mujer que ha robado mi corazón y con fervor lo guarda en su interior...Quedatela por favor...Mi tiempo se acaba...Eh de darme prisa...Volverás a verme, te lo juro...-Dijo finalmente y tras ello se inclinó ligeramente en señal de disculpa por tan abrupta marcha y tras ello un fuerte shunpo lo alejó del lugar, ocultando además su presencia espiritual.

Sus labios fueron bien recibidos pero Surota debía irse y eso estaba más que claro, él era el que les iba a dirigir, no podía estarse quieto cuando habían tantos planes en camino - nos vemos... - susurró cuando él se había ido, pero quizás sus palabras le llegaron " lo prometió " meditaba con un gesto de tristeza en aquellos ojos grises que a pesar de la tenue melancolía por la partida, seguían brillando igual que siempre.

Se tocó los labios con la punta de los dedos y cerró los ojos recordando la calidez del beso, pero nada lo igualaba, al menos tenía su aroma en la túnica que le obsequió, era extraña y le cubría mucho más de lo que estaba acostumbrada a cubrir, pero estaba bien... venía de él y eso bastaba. Se la abrochó y notó que su rostro se cubría en su mayoría, por lo que la dejó un tanto abierta para que el rostro no quedara nulo y sólo sus manos sobresalían de la prenda, así como levemente sus pies "que extraña ropa..." pensaba, pero era cómoda, y entonces recordó la banda y la tocó suavemente con una sonrisa un tanto soñadora, le recordaba el beso, su beso y el significado que tenía para él dársela.

sus pies descalzos se fueron caminando del lugar, se abrió de pronto un portal y en la mente de Nasspiel sólo estaba las ansias de verlo otra vez y la esperanza de que todo no haya sido una ilusión y que en su regreso no haya cambiado de opinión, pues todo fue tan repentino y placentero que parecía estar soñando como antes solía hacer.