Llegada tardía
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Llegada tardía
Quién sabe lo que "Ura" hizo en esos cuatro días, quizás se entretuvo destruyendo todo lo que encontró a su paso en el Bosque menos, o, dedicó aquel gran espacio para reflexionar, si dejaba o no que "Omote" retomase el control. En todo caso no se encontraba sucia ni desgarbada, solamente había cambiado su atuendo a uno más acorde a su personalidad: negro. Se encontraba allí, sentada en la rama de un gran árbol apoyando su cabeza en el improvisado respaldo, observando el cielo totalmente oscuro de ese lugar, sin llegar a entender por que era así. Lo que no sabía es que justo arriba se su cabeza se encontraba el desierto que andaba buscando. Maldecía su pésimo sentido de la orientación, maldecía la vida en sí misma. Detestaba el simple echo de ver al alguien existir, deseaba morir, pero no de una forma patética, primero tenía que acabar con todo lo demás.
El problema recaía en que tal vez, la apacible Rei de cabellos celestes se negaría, y para realizar acciones importantes necesitaban estar de acuerdo las dos, o tomar un completo dominio la una sobre la otra. Todo para ella era tedioso, absolutamente todo. Suspiró, retiró con su mano el pequeño palillo que tenía en su boca y cerró sus ojos, ya era hora de partir. Lentamente, su cabello retomó el color celestino, sus ojos recuperaron ese brillo adorable y el tinte púrpura que los caracterizaba, tomando su cuerpo una posición inerte junto al tronco. Trascurrieron agobiantes minutos antes de que mostrase signos de vida; primero entreabrió ambos parpados, examinando el lugar con determinación; luego, sujetó la corteza con sus uñas intentando incorporarse, sin lograrlo en un primer intento. Lo intentó una y otra y otra vez, hasta que a duras penas se irguió, agachando su torso y cabeza hacia adelante. Un cúmulo de hollow comenzó a gestarse, al ver como una de sus líderes se encontraba en tan deplorable estado.
Al unísono, atacaron la endeble figura de Miyamoto, esperando alcanzar alguna parte de su cuerpo, inclusive gillians y adjuchas se sumaron al inesperado festín. Lamentablemente para ellos, la joven recuperó su sentido cognoscitivo a tiempo como para reaccionar, junto a algo más... una extraña energía amarilla invadió todo su cuerpo manifestándose como un aura que se expandió cada vez más, literalmente volviendo polvo a las pobres bestias que allí se encontraban. Un raro escozor se apoderó de su espalda alta, justo donde se encontraba su número. Tocó ese lugar con su palma, haciendo que esta se quemase. Aquél símbolo se su poder cambiaba de 2 a 1. Miró irónica a sus atacantes ahora convertidos en víctimas, con un dejo de locura en la mirada.
Todo lo demás fue rápido, acabó con todos los que restaban y absorbió a otro tanto utilizando el Gonzui. -Basuras- Pronunció mientras abandonaba el bosque, en dirección al castillo. Asesinó más entes sobrenaturales en el camino, conducta que podría explicarse debido al resiente cambio de estado, y que por ende ambas lamas estuviesen fusionadas por un lapsus de tiempo.
El problema recaía en que tal vez, la apacible Rei de cabellos celestes se negaría, y para realizar acciones importantes necesitaban estar de acuerdo las dos, o tomar un completo dominio la una sobre la otra. Todo para ella era tedioso, absolutamente todo. Suspiró, retiró con su mano el pequeño palillo que tenía en su boca y cerró sus ojos, ya era hora de partir. Lentamente, su cabello retomó el color celestino, sus ojos recuperaron ese brillo adorable y el tinte púrpura que los caracterizaba, tomando su cuerpo una posición inerte junto al tronco. Trascurrieron agobiantes minutos antes de que mostrase signos de vida; primero entreabrió ambos parpados, examinando el lugar con determinación; luego, sujetó la corteza con sus uñas intentando incorporarse, sin lograrlo en un primer intento. Lo intentó una y otra y otra vez, hasta que a duras penas se irguió, agachando su torso y cabeza hacia adelante. Un cúmulo de hollow comenzó a gestarse, al ver como una de sus líderes se encontraba en tan deplorable estado.
Al unísono, atacaron la endeble figura de Miyamoto, esperando alcanzar alguna parte de su cuerpo, inclusive gillians y adjuchas se sumaron al inesperado festín. Lamentablemente para ellos, la joven recuperó su sentido cognoscitivo a tiempo como para reaccionar, junto a algo más... una extraña energía amarilla invadió todo su cuerpo manifestándose como un aura que se expandió cada vez más, literalmente volviendo polvo a las pobres bestias que allí se encontraban. Un raro escozor se apoderó de su espalda alta, justo donde se encontraba su número. Tocó ese lugar con su palma, haciendo que esta se quemase. Aquél símbolo se su poder cambiaba de 2 a 1. Miró irónica a sus atacantes ahora convertidos en víctimas, con un dejo de locura en la mirada.
Todo lo demás fue rápido, acabó con todos los que restaban y absorbió a otro tanto utilizando el Gonzui. -Basuras- Pronunció mientras abandonaba el bosque, en dirección al castillo. Asesinó más entes sobrenaturales en el camino, conducta que podría explicarse debido al resiente cambio de estado, y que por ende ambas lamas estuviesen fusionadas por un lapsus de tiempo.
Rei miyamoto- Mensajes : 98
Fecha de inscripción : 29/08/2010
Localización : en algún lugar...
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