1° Distrito: Junrinan. El asedio comienza.
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EnLLeL RiuHiRiN
Rei miyamoto
Iroha
Komamura Okami
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1° Distrito: Junrinan. El asedio comienza.
Recuerdo del primer mensaje :
El ambiente se enrareció completamente de golpe aplastando y desmembrando a toda alma que en el lugar se encontraba. Un inmenso portal de negro color y profunda oscuridad se abrió rompiendo las murallas dimensionales que separan a la Sociedad de Almas de Hueco mundo.
Gritos de terror y dolor lograron escucharse en todo el lugar, llorando de desesperación ante el destino de la nada mientras algunos hollows salían hambrientos de aquel portal holocaustico, persiguiendo a las almas más puras para su festín, niños chillando del terror al arrancárseles la piel del sus tiernos cuerpecitos mientras eran devorados lentamente por la ambición desmedida de los atroces seres recién llegados, las suplicas no podían surtir menor efecto en un ser cuyo corazón había sido sustituido por un hueco.
-¡Consuman y destruyan!- rezaba el mandato de la bestia, del ser de salvaje apariencia que cruzaba el portal. Aspirando con fuerza rasgo el alma de incontables seres del llamado rukongai utilizando lo que los Espadas denominaban Gonzui, devorando todo. Mas su diversión y su sadismo no fueron satisfechos con aquella escena de apariencia dantesca ya que ordeno un trono, su estandarte sangriento del que sería el punto de inicio de su infernal asedio a la corte de las almas puras, a lo cual solo pudo saborear con la lengua cual rabioso can.
Los hollows reunieron a sus víctimas mutiladas, muertas o agonizantes para la creación del montículo del cual Okami dirigiría todo, caminando sobre el sufrimiento, aplastando huesos entre sus patas y explotando la carne al dulce son del agonizante sonido del dolor. Una vez en la cima de aquel altar a su grandeza exclamo con fuerza dirigiéndose al guardián de una de las puertas del Sereitei y a sus habitantes.
-¡Y aquí comienza su destino Shinigamis, la era de los Espadas ha iniciado!- rugió con fuerza abriendo sus fauces de par en par concentrando gran cantidad de energía de profundo y frio negro abismal conocido entre los que temen como Gran Rey Cero, despedazando por completo al antiguo guardián de enorme tamaño y abriendo por completo las impenetrables puertas.
El ambiente se enrareció completamente de golpe aplastando y desmembrando a toda alma que en el lugar se encontraba. Un inmenso portal de negro color y profunda oscuridad se abrió rompiendo las murallas dimensionales que separan a la Sociedad de Almas de Hueco mundo.
Gritos de terror y dolor lograron escucharse en todo el lugar, llorando de desesperación ante el destino de la nada mientras algunos hollows salían hambrientos de aquel portal holocaustico, persiguiendo a las almas más puras para su festín, niños chillando del terror al arrancárseles la piel del sus tiernos cuerpecitos mientras eran devorados lentamente por la ambición desmedida de los atroces seres recién llegados, las suplicas no podían surtir menor efecto en un ser cuyo corazón había sido sustituido por un hueco.
-¡Consuman y destruyan!- rezaba el mandato de la bestia, del ser de salvaje apariencia que cruzaba el portal. Aspirando con fuerza rasgo el alma de incontables seres del llamado rukongai utilizando lo que los Espadas denominaban Gonzui, devorando todo. Mas su diversión y su sadismo no fueron satisfechos con aquella escena de apariencia dantesca ya que ordeno un trono, su estandarte sangriento del que sería el punto de inicio de su infernal asedio a la corte de las almas puras, a lo cual solo pudo saborear con la lengua cual rabioso can.
Los hollows reunieron a sus víctimas mutiladas, muertas o agonizantes para la creación del montículo del cual Okami dirigiría todo, caminando sobre el sufrimiento, aplastando huesos entre sus patas y explotando la carne al dulce son del agonizante sonido del dolor. Una vez en la cima de aquel altar a su grandeza exclamo con fuerza dirigiéndose al guardián de una de las puertas del Sereitei y a sus habitantes.
-¡Y aquí comienza su destino Shinigamis, la era de los Espadas ha iniciado!- rugió con fuerza abriendo sus fauces de par en par concentrando gran cantidad de energía de profundo y frio negro abismal conocido entre los que temen como Gran Rey Cero, despedazando por completo al antiguo guardián de enorme tamaño y abriendo por completo las impenetrables puertas.
- Spoiler:
- -Gran Rey Cero (王虚の閃光 (グラン・レイ・セロ), guran rei sero; literalmente "Fogonazo Real de Hollow"): Un Cero exclusivo de los Espada, que se realiza al mezclar unas gotas de sangre del propio Arrancar con su Cero, dando como resultado un ataque mucho más rápido, poderoso y extenso que un Cero convencional.
Efecto: Un devastador ataque contra el enemigo, similar al Cero Común pero más poderoso.
Reiatsu: 90
Komamura Okami- Mensajes : 66
Fecha de inscripción : 06/03/2011
Re: 1° Distrito: Junrinan. El asedio comienza.
El ataque del joven capitán se dirigía hacía su objetivo sin demora, aunque el intento del comandante por hacerle retroceder fue duro el poder de Shao le permitió avanzar después de todo. Al tiempo que sentía como se bankai se desactivaba, pero no fue mas que un loco sueño el creer que en su estado podría vencer a un oponente así.
-¡Ahhh!-El grito del capitán al ser atrapado por el golem fue realmente ensordecedor, el dolor que sentía no podía expresarse con palabras.
OST Del Momento
Mientras el fuego lo iba a consumir alcanzó a decir unas palabras, mas no era todo lo que quería decir pero al menos tuvo tiempo de decir algo antes de ser consumido. Su cabeza se echó hacía atrás y miró a los presentes.
-Enllel-san...Kajika-san...Shigure-chan...No lo olviden...No olviden este día nunca...Los días como hoy...son pocos y muy valiosos no les quitéis valor con palabras rebuscadas...Morir cumpliendo deber es el mejor final de todos...-La voz entrecortada y desangrada del capitán se iba acongojando al tiempo en que al parecer el golem iba a desaparecer.
-Fue un honor...Combatir a su lado...Ya...Cuidalos Enllel y guialos...ghhh...-No pudo terminar de hablar, pues perdió el conocimiento aceptando el hecho de que lo mas probable es que fuera a morir.
-¡Ahhh!-El grito del capitán al ser atrapado por el golem fue realmente ensordecedor, el dolor que sentía no podía expresarse con palabras.
OST Del Momento
Mientras el fuego lo iba a consumir alcanzó a decir unas palabras, mas no era todo lo que quería decir pero al menos tuvo tiempo de decir algo antes de ser consumido. Su cabeza se echó hacía atrás y miró a los presentes.
-Enllel-san...Kajika-san...Shigure-chan...No lo olviden...No olviden este día nunca...Los días como hoy...son pocos y muy valiosos no les quitéis valor con palabras rebuscadas...Morir cumpliendo deber es el mejor final de todos...-La voz entrecortada y desangrada del capitán se iba acongojando al tiempo en que al parecer el golem iba a desaparecer.
-Fue un honor...Combatir a su lado...Ya...Cuidalos Enllel y guialos...ghhh...-No pudo terminar de hablar, pues perdió el conocimiento aceptando el hecho de que lo mas probable es que fuera a morir.
Surota Gyakusatsu- Mensajes : 128
Fecha de inscripción : 01/03/2011
Edad : 33
Localización : En la sociedad de almas
Re: 1° Distrito: Junrinan. El asedio comienza.
** El poderoso shinigami permanecía inerte en su postura miraba como a lo alto shao seguía con su necedad y aun mas como shigure vendría a ayudarle por su extremidad no le mostraba verle frente a el, de hecho esperaba que eso ocurriese, mas el acto que continuaba fue algo de su sorpresa
- Baka !!!!!!!!!!! -
dialogo el poderoso líder quien con velocidad trataba de hacer a un lado a shigure, su lejanía le detendría de mucha velocidad asi como su curación improvisada, trataba de evitar aquel agarre así como el desvanecimiento del golem, sus alas se desprendieron en la multitud de uñas todas dirigidas para disipar los muros de fuego para que solo su cuerpo fuese el que atravesara tal umbral, en el cual se deslizo por el suelo al ver y escuchar el ultimo vocablo del capitán del décimo primer escuadrón ser consumido por la tierra, siendo el gesto del alto líder del seretei trastornado por completo frente al agujero que a sus pies se desploma, su postura permanecía inerte, erguido y firme dejando ver detrás de las llamas como su testa aunque gacha, estaba firme en su decisión, sin volver su rostro a los demás y sabiendo bien que ellos ya habrían presenciado lo sucedido acudió
- SHIGURE, un plan de contingencia rápido, obliga a kenichi crear un túnel a hueco mundo, kajika ve con riku que prepare un escuadrón para que me sigan y dile a tu hermana que es la encargada de limpiar este lugar junto con sicarius ... ES UNA ORDEN ! -
termino cual si no quisiera escuchar una sola negación dado lo sucedido, no debía perder a nadie mas antes lo había jurado y ahora le estaba cobrando su propia mente
" no puedes salvarlo... y tu lo sabes... RiuHiRiN... So -Tai ... Cho "
al termino de que su mente le cobrara eso su diestra y zurda se apretaron llegando a provocar de nuevo el sangrado y de la diestra generar un tronar de nudillos dada la intensidad de su furia en ese instante, permanecía inmóvil divisando el suelo rígido debajo de sus pies **
- Baka !!!!!!!!!!! -
dialogo el poderoso líder quien con velocidad trataba de hacer a un lado a shigure, su lejanía le detendría de mucha velocidad asi como su curación improvisada, trataba de evitar aquel agarre así como el desvanecimiento del golem, sus alas se desprendieron en la multitud de uñas todas dirigidas para disipar los muros de fuego para que solo su cuerpo fuese el que atravesara tal umbral, en el cual se deslizo por el suelo al ver y escuchar el ultimo vocablo del capitán del décimo primer escuadrón ser consumido por la tierra, siendo el gesto del alto líder del seretei trastornado por completo frente al agujero que a sus pies se desploma, su postura permanecía inerte, erguido y firme dejando ver detrás de las llamas como su testa aunque gacha, estaba firme en su decisión, sin volver su rostro a los demás y sabiendo bien que ellos ya habrían presenciado lo sucedido acudió
- SHIGURE, un plan de contingencia rápido, obliga a kenichi crear un túnel a hueco mundo, kajika ve con riku que prepare un escuadrón para que me sigan y dile a tu hermana que es la encargada de limpiar este lugar junto con sicarius ... ES UNA ORDEN ! -
termino cual si no quisiera escuchar una sola negación dado lo sucedido, no debía perder a nadie mas antes lo había jurado y ahora le estaba cobrando su propia mente
" no puedes salvarlo... y tu lo sabes... RiuHiRiN... So -Tai ... Cho "
al termino de que su mente le cobrara eso su diestra y zurda se apretaron llegando a provocar de nuevo el sangrado y de la diestra generar un tronar de nudillos dada la intensidad de su furia en ese instante, permanecía inmóvil divisando el suelo rígido debajo de sus pies **
EnLLeL RiuHiRiN- Mensajes : 366
Fecha de inscripción : 22/06/2010
Edad : 35
Localización : Donde KaiGa
Re: 1° Distrito: Junrinan. El asedio comienza.
El capitan del gotei 2 se iba acercando en donde se encontraba el sotaicho cuando a lo lejos nota una presencia extraña gracias a su peculiar vista, de este desprendia un aura de color rojo que emanaba con gran fuerza y uno mas pequeño, al llegar se acerco al lugar quedando cerca del sotaicho mientras preguntaba atonito sobre aquel sujeto y su peculiar criatura a la vez que se quitaba la venda para ver a sus oponente mientras sus orbes celestes se volvian rojos apreciando asi al tipo de rojos cabellos pero con sorpresa ve la imprudencia de cierto capitan que se lanza sin pensar bien las consecuencias....
Pero que demonions Haces!!!
No termino de decir esto cuando ve como el pelirrojo esquiva con facilidad el golpe mientras aquella gigantesca criatura atrapa al ya maltrecho capitan a la vez que escuchaba sus gritos de dolor al ser apretado por la gigantes mano del monstruo de hierro fundido....el capitan riku rapidamente salio corriendo en su auxilio valiendose de su gran agilidad a la vez que se quitaba su haori de capitan y gritaba
Shunko!!!!!
Haciendo que un aura blanco rodeara su cuerpo incinerando ru ropaje de la parte superior dejando Al descubierto su torso el cual mostraba algunas cicatrices ganadas en batallas pasadas, este se dirigia a rescatar al capitan pero cuando estaba a unos metros de llegar una gran columna de fuego los rodea a la vez que el golem comienza a ser devorado por la tierra , el capitan logra decir unas palabras en agonia para luego desaparecer con el pelirrojo y su criatura, dejando un aire de Frustacion en el ambiente...
Maldicion!!!!!
Grito el capitan Riku mientras lanzaba un golpe potente al suelo descargando ahi toda su furia mientras el shunko se desvanecia viendo solo el lugar donde el golem desaparecion
Pero que demonions Haces!!!
No termino de decir esto cuando ve como el pelirrojo esquiva con facilidad el golpe mientras aquella gigantesca criatura atrapa al ya maltrecho capitan a la vez que escuchaba sus gritos de dolor al ser apretado por la gigantes mano del monstruo de hierro fundido....el capitan riku rapidamente salio corriendo en su auxilio valiendose de su gran agilidad a la vez que se quitaba su haori de capitan y gritaba
Shunko!!!!!
Haciendo que un aura blanco rodeara su cuerpo incinerando ru ropaje de la parte superior dejando Al descubierto su torso el cual mostraba algunas cicatrices ganadas en batallas pasadas, este se dirigia a rescatar al capitan pero cuando estaba a unos metros de llegar una gran columna de fuego los rodea a la vez que el golem comienza a ser devorado por la tierra , el capitan logra decir unas palabras en agonia para luego desaparecer con el pelirrojo y su criatura, dejando un aire de Frustacion en el ambiente...
Maldicion!!!!!
Grito el capitan Riku mientras lanzaba un golpe potente al suelo descargando ahi toda su furia mientras el shunko se desvanecia viendo solo el lugar donde el golem desaparecion
Invitado- Invitado
Re: 1° Distrito: Junrinan. El asedio comienza.
Ost Del momento.
Me llevo al Sotaicho aquí
**La capitana del gotei 6 observa como las cosas van tomando un rumbo el cual no le agrada en lo mas mínimo, su mirada se iba tornando en cada momento mas gélida, mientras por dentro se consumía en su propio dolor de ver a sus camaradas así. Es entonces que el ser que estaba sobre el golem comienza a vociferar unas cuantas palabras contra el comandante. Por lo que se dispone a quedar a un lado del Sotaicho, mas que nada sobre si lado izquierdo que es el mas vulnerable.
En eso toma su espada la cual desenvaina con fuerza, para de este modo comenzar a liberar reiatsu y así hacer valer su presión en aquel sitio, pero en ese instante oye como aquel ser enuncia que el objetivo de éste era ella misma. Por lo que apenas llega a ver como el capitán del gotei 11 se avalanza contra aquel joven de rojos cabellos, en lo que la capitana comienza a correr a toda la velocidad que le es posible con sus piernas, llegando al límite de donde estaba el golem para lanzar un espadazo - Hantei No!! - Gritó al momento que al quedar cerca con el mismo espadazo lanza un corte de reiatsu, pero en vano... Cuando estaba avanzando el filo mismo había dado directamente contra unos muros ya derruidos, terminando de desprenderlos por completos.
Luego cae con una rodilla al suelo, con mucha rabia en su mirada al tiempo que oye las palabras del Capitan del Gotei 11, por lo que observa detenidamente como simplemente se lo llevan y no puede hacer mas - Eres un maldito pendejo Hantei!! - Exclama con una mezcla entre furia, dolor e impotencia cubriéndose en segundos su rostro de lágrimas, las cuales ya venían contenidas desde que llegó a ese sector del Rukongai, por primera vez en mucho tiempo la capitana quebrara su temple delante de todo el mundo. Sin embargo sabía que no tenía tiempo para perder, por lo que enseguida al oír las palabras del Sotaicho, entra en razón de las estupideces que está diciendo.
Ante esto se acerca a él, de una forma completamente informal, para darle un golpe en su mejilla con el dorso de su mano - Estás demente Enllel... Completamente demente!! Solo nos quedan 7 Escuadrones con capitanes, y tu mandas a invadir el hueco mundo. Acaso quieres terminar como Ouka Ah!?, quieres terminar así bajo tierra en mi escuadrón... - Mira a todos, con sus ojos furiosos y llenos de determinación - Escuadrón 5 y 13 limpien el Rukongai, Escuadrón 2 y 3 escarguensé de contear cuanto fue las perdidas, y de identificar a los shinigamis caidos, lleven sus placas al Seireitei... No quiero que Nadie, baje al Hueco Mundo, estamos en estado de Emergencia, yo me llevo al Sotaicho al Gotei 4... - Musita mientras trata de sacar fuerzas de donde no las tiene porque se le caían las lágrimas como si nada, al tiempo que daba las órdenes para poder seguir.
Luego de eso vira al Comandante por el hombro para así ver a todos - Cualquiera que baje al Mundo Humano, o intente ir al Hueco Mundo, desobedeciendo estas órdenes... Sera castigado, a partír de este momento hay Toque de Queda. - Es entonces que enlaza el brazo del Capitán comandante sobre su cuello y sin darle opción a nada se lo lleva al Seireitei, al escuadrón de curación, sin dar derechoa réplica a nadie, las cosas en la Sociedad de Almas no estaba para perder el tiempo.**
En eso toma su espada la cual desenvaina con fuerza, para de este modo comenzar a liberar reiatsu y así hacer valer su presión en aquel sitio, pero en ese instante oye como aquel ser enuncia que el objetivo de éste era ella misma. Por lo que apenas llega a ver como el capitán del gotei 11 se avalanza contra aquel joven de rojos cabellos, en lo que la capitana comienza a correr a toda la velocidad que le es posible con sus piernas, llegando al límite de donde estaba el golem para lanzar un espadazo - Hantei No!! - Gritó al momento que al quedar cerca con el mismo espadazo lanza un corte de reiatsu, pero en vano... Cuando estaba avanzando el filo mismo había dado directamente contra unos muros ya derruidos, terminando de desprenderlos por completos.
Luego cae con una rodilla al suelo, con mucha rabia en su mirada al tiempo que oye las palabras del Capitan del Gotei 11, por lo que observa detenidamente como simplemente se lo llevan y no puede hacer mas - Eres un maldito pendejo Hantei!! - Exclama con una mezcla entre furia, dolor e impotencia cubriéndose en segundos su rostro de lágrimas, las cuales ya venían contenidas desde que llegó a ese sector del Rukongai, por primera vez en mucho tiempo la capitana quebrara su temple delante de todo el mundo. Sin embargo sabía que no tenía tiempo para perder, por lo que enseguida al oír las palabras del Sotaicho, entra en razón de las estupideces que está diciendo.
Ante esto se acerca a él, de una forma completamente informal, para darle un golpe en su mejilla con el dorso de su mano - Estás demente Enllel... Completamente demente!! Solo nos quedan 7 Escuadrones con capitanes, y tu mandas a invadir el hueco mundo. Acaso quieres terminar como Ouka Ah!?, quieres terminar así bajo tierra en mi escuadrón... - Mira a todos, con sus ojos furiosos y llenos de determinación - Escuadrón 5 y 13 limpien el Rukongai, Escuadrón 2 y 3 escarguensé de contear cuanto fue las perdidas, y de identificar a los shinigamis caidos, lleven sus placas al Seireitei... No quiero que Nadie, baje al Hueco Mundo, estamos en estado de Emergencia, yo me llevo al Sotaicho al Gotei 4... - Musita mientras trata de sacar fuerzas de donde no las tiene porque se le caían las lágrimas como si nada, al tiempo que daba las órdenes para poder seguir.
Luego de eso vira al Comandante por el hombro para así ver a todos - Cualquiera que baje al Mundo Humano, o intente ir al Hueco Mundo, desobedeciendo estas órdenes... Sera castigado, a partír de este momento hay Toque de Queda. - Es entonces que enlaza el brazo del Capitán comandante sobre su cuello y sin darle opción a nada se lo lleva al Seireitei, al escuadrón de curación, sin dar derechoa réplica a nadie, las cosas en la Sociedad de Almas no estaba para perder el tiempo.**
Me llevo al Sotaicho aquí
Shigure_Kuchiki- Mensajes : 352
Fecha de inscripción : 09/08/2010
Edad : 39
Localización : Soul Society - Gotei 6
Re: 1° Distrito: Junrinan. El asedio comienza.
No llegó mucho después de la teniente, sin embargo solo estuvo con ella por pocos instantes. Pudo ver como los combates si iban desarrolando, algunos a mayor distancia que otros y con mayor intensidad. Los reiatsus que rodeaban la escena eran extremadamente poderosos y le costaba el simple hecho de respirar con normalidad. La presión que esas presencias ejercían, su majestuosidad y, al mismo tiempo, su sed de sangre era algo que nunca antes había visto. No se imaginaba que un combate que involucrara a tantos capitanes pudiera ser tan intenso, tan terrible y tan espléndido, todo al mismo tiempo.
Daba por descontado el hecho de ayudar en el combate en sí, siendo solamente un raso tendría suerte si solo perdía un miembro. Además, las órdenes dadas por el capitán del 11avo escuadrón eran de ayudar a los heridos y no tenía pensado desafiarlas. Desentendiéndose del combate entre los altos rangos, se apresuró hacia el rukongai, donde todavía quedaban algunos hollows y shinigamis combatiendo. Había heridos por doquier, tanto entre los combatientes, como entre los que estaban en el suelo inconscientes. Nadie había salido bien parado de ese combate, pero era algo lógico, teniendo en cuenta la ferocidad del mismo. Las casas mas cercanas al Seireitei estaban completamente destruídas y sumidas en llamas. En medio de la batalla, muy pocos eran los que estaban atentos a buscar sobrevivientes civiles o a retirar a los compañeros heridos, estaban todos muy ocupados con sus respectivos oponentes y, al vencer, pasaban al siguiente. Priorizaban la vida de los que todavía se mentenían en combate por encima de los que ya no podían pelear.
Sicarius, sin molestarse en desenvainar la zampakutoh, avanzó por entre los cadáveres y los edificios destruídos con gran velocidad. No tardó mucho en encontrar a un par de heridos que habían conseguido apartarse un poco y que descansaban contra el muro de lo que antes parecía haber sido algún tipo de restaurant pequeño. Todavía quedaba el nombre del mismo, pero ya casi ni lei por la sangre que lo había manchado. Consiguió cargar a uno de los dos en su espalda y al otro lo ayudó a caminar hasta una ubicación más segura, una especie de "zona segura" montada por algunos miembros de la cuarta división que estaban curando a los heridos que les llegaban, aunque no eran muchos tampoco. Sin embargo, al salir para ir a buscar más heridos escuchó que las cosas se habían calmado bastante. Algunos combates parecían haber finalizado, pero algo no andaba bien. No podía creer lo que veía. Aquel capitán que había dado la orden, estaba siendo arrastrado al HM por uno de los atacantes. Estaba pronunciando sus últimas palabras.
El corazón del peliblanco se llenó de odio hacia aquellos seres. Desenvainó su zampakutoh e intentó salir corriendo para auxiliar a aquel shinigami vencido, pero no llegó a dar un paso, antes de que un par de miembros del cuarto escuadrón se abalanzaran sobre él y lo tumbaran. Lo habían salvado de una muerte segura, él lo sabía, pero no podía quedarse ahí mirando como aquel hombre era secuestrado. Un gran sentimiento de impotencia lo invadió y no pudo evitar maldecir en voz alta, incluso sabiendo que no tenía la culpa de que aquello hubiese pasado. Solo se culpaba por su falta de fuerza, su incapacidad para actuar en ese momento era lo que más le molestaba. Sin embargo, no había sido el único que había intentado algo. Dos de los capitanes presentes se habían avalanzado en ayuda de su compañero, pero no habían conseguido salvarlo.
Inmediatamente después, el sotaicho ordenó una invasión al HM, aunque fue contradicho por la capitana Shigure. No estaba seguro de qué orden seguir, puesto que el sotaicho era la autoridad máxima, pero aquella capitana tenía mucha razón en lo que decía. Al final, y por mucho que le doliera, decidió que no se podía invadir el HM con tan pocas personas, por lo que obedeció la última de las dos órdenes, la de ayudar a limpiar el Rukongai. Se incorporó y, por primera vez, pudo apreciar lo que realmente había sucedido. La destrucción, en parte, le relataba como había ido el combate, por donde se había iniciado la invasión, qué habían hecho aquellos seres. Era como si pudiese ver en su mente todo lo que había sucedido. Una fuerte sensación de naúseas se apoderó de él y no pudo evitar vomitar lo poco que quedaba en su estómago. Acababa de notar el trono formado por cadáveres, aunque ahora el respaldo había sido completamente destruído y parecía más algún tipo de banquito.
- No había nada que pudieras hacer. - LO SE... por eso tengo que hacerme más fuerte -
Sin darse cuenta había respondido en voz alta a las palabras de consuelo de Ilya, pero ya no le importaba. Una par de los shinigamis que estaban cerca de él habían retrocedido y se alejaban para realizar su trabajo, aunque no dejaban de mirarlo de reojo. Sicarius no les hizo caso y caminó hacia la casa más próxima. Estaba en muy mal estado. Internamente se notaban las divisiones, pero el techo había desaparecido completamente y un par de las paredes laterales se habían derrumbado. Un par de cadáveres se dejaban ver entre los escombros. El peliblanco se arrodilló junto a ambos cuerpos y comenzó a remover el material que los tapaba, para dejarlos expuestos. Se trataba de una pareja con un niño en los brazos de la mujer. El pequeño había sido protegido por sus padres y parecía respirar todavía, pero apenas. Una pequeña sonrisa apareció en el rostro del joven, quien sin dudar levantó al pequeño y lo tomó entre sus brazos. Se quedó mirándolo por unos instantes antes de hacer algunas señas a un shinigami de la cuarta para que se acercara a encargarse del niño. Mientras, el se dedicó a seguir removiendo escombros, encontrándose cada tanto con algún que otro cadaver, pero sin la misma suerte que al principio. Aquel campo de batalla había dejado una gran devastación en aquella área y durante el desarrollo del combate, muchas vidas, tanto de civiles como de shinigamis, se habían extinguido.
Daba por descontado el hecho de ayudar en el combate en sí, siendo solamente un raso tendría suerte si solo perdía un miembro. Además, las órdenes dadas por el capitán del 11avo escuadrón eran de ayudar a los heridos y no tenía pensado desafiarlas. Desentendiéndose del combate entre los altos rangos, se apresuró hacia el rukongai, donde todavía quedaban algunos hollows y shinigamis combatiendo. Había heridos por doquier, tanto entre los combatientes, como entre los que estaban en el suelo inconscientes. Nadie había salido bien parado de ese combate, pero era algo lógico, teniendo en cuenta la ferocidad del mismo. Las casas mas cercanas al Seireitei estaban completamente destruídas y sumidas en llamas. En medio de la batalla, muy pocos eran los que estaban atentos a buscar sobrevivientes civiles o a retirar a los compañeros heridos, estaban todos muy ocupados con sus respectivos oponentes y, al vencer, pasaban al siguiente. Priorizaban la vida de los que todavía se mentenían en combate por encima de los que ya no podían pelear.
Sicarius, sin molestarse en desenvainar la zampakutoh, avanzó por entre los cadáveres y los edificios destruídos con gran velocidad. No tardó mucho en encontrar a un par de heridos que habían conseguido apartarse un poco y que descansaban contra el muro de lo que antes parecía haber sido algún tipo de restaurant pequeño. Todavía quedaba el nombre del mismo, pero ya casi ni lei por la sangre que lo había manchado. Consiguió cargar a uno de los dos en su espalda y al otro lo ayudó a caminar hasta una ubicación más segura, una especie de "zona segura" montada por algunos miembros de la cuarta división que estaban curando a los heridos que les llegaban, aunque no eran muchos tampoco. Sin embargo, al salir para ir a buscar más heridos escuchó que las cosas se habían calmado bastante. Algunos combates parecían haber finalizado, pero algo no andaba bien. No podía creer lo que veía. Aquel capitán que había dado la orden, estaba siendo arrastrado al HM por uno de los atacantes. Estaba pronunciando sus últimas palabras.
El corazón del peliblanco se llenó de odio hacia aquellos seres. Desenvainó su zampakutoh e intentó salir corriendo para auxiliar a aquel shinigami vencido, pero no llegó a dar un paso, antes de que un par de miembros del cuarto escuadrón se abalanzaran sobre él y lo tumbaran. Lo habían salvado de una muerte segura, él lo sabía, pero no podía quedarse ahí mirando como aquel hombre era secuestrado. Un gran sentimiento de impotencia lo invadió y no pudo evitar maldecir en voz alta, incluso sabiendo que no tenía la culpa de que aquello hubiese pasado. Solo se culpaba por su falta de fuerza, su incapacidad para actuar en ese momento era lo que más le molestaba. Sin embargo, no había sido el único que había intentado algo. Dos de los capitanes presentes se habían avalanzado en ayuda de su compañero, pero no habían conseguido salvarlo.
Inmediatamente después, el sotaicho ordenó una invasión al HM, aunque fue contradicho por la capitana Shigure. No estaba seguro de qué orden seguir, puesto que el sotaicho era la autoridad máxima, pero aquella capitana tenía mucha razón en lo que decía. Al final, y por mucho que le doliera, decidió que no se podía invadir el HM con tan pocas personas, por lo que obedeció la última de las dos órdenes, la de ayudar a limpiar el Rukongai. Se incorporó y, por primera vez, pudo apreciar lo que realmente había sucedido. La destrucción, en parte, le relataba como había ido el combate, por donde se había iniciado la invasión, qué habían hecho aquellos seres. Era como si pudiese ver en su mente todo lo que había sucedido. Una fuerte sensación de naúseas se apoderó de él y no pudo evitar vomitar lo poco que quedaba en su estómago. Acababa de notar el trono formado por cadáveres, aunque ahora el respaldo había sido completamente destruído y parecía más algún tipo de banquito.
- No había nada que pudieras hacer. - LO SE... por eso tengo que hacerme más fuerte -
Sin darse cuenta había respondido en voz alta a las palabras de consuelo de Ilya, pero ya no le importaba. Una par de los shinigamis que estaban cerca de él habían retrocedido y se alejaban para realizar su trabajo, aunque no dejaban de mirarlo de reojo. Sicarius no les hizo caso y caminó hacia la casa más próxima. Estaba en muy mal estado. Internamente se notaban las divisiones, pero el techo había desaparecido completamente y un par de las paredes laterales se habían derrumbado. Un par de cadáveres se dejaban ver entre los escombros. El peliblanco se arrodilló junto a ambos cuerpos y comenzó a remover el material que los tapaba, para dejarlos expuestos. Se trataba de una pareja con un niño en los brazos de la mujer. El pequeño había sido protegido por sus padres y parecía respirar todavía, pero apenas. Una pequeña sonrisa apareció en el rostro del joven, quien sin dudar levantó al pequeño y lo tomó entre sus brazos. Se quedó mirándolo por unos instantes antes de hacer algunas señas a un shinigami de la cuarta para que se acercara a encargarse del niño. Mientras, el se dedicó a seguir removiendo escombros, encontrándose cada tanto con algún que otro cadaver, pero sin la misma suerte que al principio. Aquel campo de batalla había dejado una gran devastación en aquella área y durante el desarrollo del combate, muchas vidas, tanto de civiles como de shinigamis, se habían extinguido.
Sicarius- Mensajes : 62
Fecha de inscripción : 16/03/2011
Edad : 32
Localización : Bored reading your mind (behind you)
Re: 1° Distrito: Junrinan. El asedio comienza.
*Las cosas se estaban dando una tras otra, a una velocidad que únicamente creaba un pesado y angustioso ambiente al ver como todo parecía irse de sus manos. La orden de detenerse de parte del Sotaicho claramente frenan sus intenciones de incorporarse al encuentro, para así atender la situación que ambos capitanes habían indicado, disponiéndose a cumplir con la labor de atender a los heridos desisten en sujetar a su Zanpakuto, asintiendo con su rostro como única respuesta al acatar las órdenes para desplazarse para su tarea, más las sucesión de los hechos hace que aquello se vuelva imposible al denotar y dejar que sus ojos celestes se dilaten al ver como aquella nueva y escena se desarrolla ante sus ojos, tras ver como el capitán del onceavo escuadrón se abalanza sin más aquel misterioso ente de fuego con una veloz ofensiva solo para ser tomado cautivo, para así mismo denotar como todos los presentes intentaran detenerle al menos con sus voces si ella legar a ser la excepción
–Shao-Taicho!!-
alcanza a gritar al verle presa del enemigo evidente preocupación expresados en su voz y en su rostro, para luego tornarse en una vacía y casi inexpresiva mascara en su faz tras escuchar los vocablos que el capitán pronuncia antes de desaparecer junto con el misterioso sujeto.
Sus rostro ligeramente baja posándose en el suelo ensombreciendo su perfil ante la sombra proyectada por sus cabellos dejando únicamente visible la mueca de enfado en su faz, así mismo como sus puños apretándose con fuerza dan muestra de la impotencia sentida, limitándose a escuchar y compartir aquel frustrado sentir a través de los insultos y reproches hacia el capitán onceavo de parte de los demás restantes por lo imprudente y por haberse ofrecido a caer ante aquel sujeto, dejando un vacío más en la sociedad de almas…
“Esas palabras…las hizo sonar…como si fueran…las ultimas…”
Mentaliza abatida al repetirse en su mente la despedida que aquel capitán había dado, incrementando así el enfado que inundaba ya a su persona al alzar su mirada y posarlo en el lugar donde había desaparecido con un peculiar resentimiento en su mirada.
-No serán las ultimas…-
murmura por lo bajo infundiéndose a sí misma de la decisión y determinación mostrada por la capitana del sexto escuadrón. A pesar de desafiar con su tono las órdenes del Sotaicho, con obvia razón puesto que en aquel estado únicamente en lugar de un desaparecido serian muchos más. Siendo así que la joven teniente dejando atrás aquella lentitud desatadas por sus emociones para centrarse en su deber voltee a ver a la capitana del sexto escuadrón
-No se preocupe…todos los heridos irán al escuadrón que corresponde….y también nos encargaremos de las perdidas…-
Musita en un monótono timbre de voz, puesto que en su interior sabía que desmoronarse ante la situación no sería de nada útil, para así dejar que sus pasos se aproximen a uno de los segadores que estaban en la cercanía del lugar reconociéndole como miembro de su propio gotei –Ve y diles a los demás que tenemos trabajo que hacer…- le ordena antes de seguir sus pasos hacia los heridos que habían resultado de aquella invasión, sus orbes pasaron de dejar de observar a los combatientes para fijarse en la destrucción alzada por ellos encaminandose hacia ese lugar*
Voy hacia Aquí
–Shao-Taicho!!-
alcanza a gritar al verle presa del enemigo evidente preocupación expresados en su voz y en su rostro, para luego tornarse en una vacía y casi inexpresiva mascara en su faz tras escuchar los vocablos que el capitán pronuncia antes de desaparecer junto con el misterioso sujeto.
Sus rostro ligeramente baja posándose en el suelo ensombreciendo su perfil ante la sombra proyectada por sus cabellos dejando únicamente visible la mueca de enfado en su faz, así mismo como sus puños apretándose con fuerza dan muestra de la impotencia sentida, limitándose a escuchar y compartir aquel frustrado sentir a través de los insultos y reproches hacia el capitán onceavo de parte de los demás restantes por lo imprudente y por haberse ofrecido a caer ante aquel sujeto, dejando un vacío más en la sociedad de almas…
“Esas palabras…las hizo sonar…como si fueran…las ultimas…”
Mentaliza abatida al repetirse en su mente la despedida que aquel capitán había dado, incrementando así el enfado que inundaba ya a su persona al alzar su mirada y posarlo en el lugar donde había desaparecido con un peculiar resentimiento en su mirada.
-No serán las ultimas…-
murmura por lo bajo infundiéndose a sí misma de la decisión y determinación mostrada por la capitana del sexto escuadrón. A pesar de desafiar con su tono las órdenes del Sotaicho, con obvia razón puesto que en aquel estado únicamente en lugar de un desaparecido serian muchos más. Siendo así que la joven teniente dejando atrás aquella lentitud desatadas por sus emociones para centrarse en su deber voltee a ver a la capitana del sexto escuadrón
-No se preocupe…todos los heridos irán al escuadrón que corresponde….y también nos encargaremos de las perdidas…-
Musita en un monótono timbre de voz, puesto que en su interior sabía que desmoronarse ante la situación no sería de nada útil, para así dejar que sus pasos se aproximen a uno de los segadores que estaban en la cercanía del lugar reconociéndole como miembro de su propio gotei –Ve y diles a los demás que tenemos trabajo que hacer…- le ordena antes de seguir sus pasos hacia los heridos que habían resultado de aquella invasión, sus orbes pasaron de dejar de observar a los combatientes para fijarse en la destrucción alzada por ellos encaminandose hacia ese lugar*
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Kajika Nozoni- Mensajes : 116
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