1° Distrito: Junrinan. El asedio comienza.
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EnLLeL RiuHiRiN
Rei miyamoto
Iroha
Komamura Okami
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1° Distrito: Junrinan. El asedio comienza.
Recuerdo del primer mensaje :
El ambiente se enrareció completamente de golpe aplastando y desmembrando a toda alma que en el lugar se encontraba. Un inmenso portal de negro color y profunda oscuridad se abrió rompiendo las murallas dimensionales que separan a la Sociedad de Almas de Hueco mundo.
Gritos de terror y dolor lograron escucharse en todo el lugar, llorando de desesperación ante el destino de la nada mientras algunos hollows salían hambrientos de aquel portal holocaustico, persiguiendo a las almas más puras para su festín, niños chillando del terror al arrancárseles la piel del sus tiernos cuerpecitos mientras eran devorados lentamente por la ambición desmedida de los atroces seres recién llegados, las suplicas no podían surtir menor efecto en un ser cuyo corazón había sido sustituido por un hueco.
-¡Consuman y destruyan!- rezaba el mandato de la bestia, del ser de salvaje apariencia que cruzaba el portal. Aspirando con fuerza rasgo el alma de incontables seres del llamado rukongai utilizando lo que los Espadas denominaban Gonzui, devorando todo. Mas su diversión y su sadismo no fueron satisfechos con aquella escena de apariencia dantesca ya que ordeno un trono, su estandarte sangriento del que sería el punto de inicio de su infernal asedio a la corte de las almas puras, a lo cual solo pudo saborear con la lengua cual rabioso can.
Los hollows reunieron a sus víctimas mutiladas, muertas o agonizantes para la creación del montículo del cual Okami dirigiría todo, caminando sobre el sufrimiento, aplastando huesos entre sus patas y explotando la carne al dulce son del agonizante sonido del dolor. Una vez en la cima de aquel altar a su grandeza exclamo con fuerza dirigiéndose al guardián de una de las puertas del Sereitei y a sus habitantes.
-¡Y aquí comienza su destino Shinigamis, la era de los Espadas ha iniciado!- rugió con fuerza abriendo sus fauces de par en par concentrando gran cantidad de energía de profundo y frio negro abismal conocido entre los que temen como Gran Rey Cero, despedazando por completo al antiguo guardián de enorme tamaño y abriendo por completo las impenetrables puertas.
El ambiente se enrareció completamente de golpe aplastando y desmembrando a toda alma que en el lugar se encontraba. Un inmenso portal de negro color y profunda oscuridad se abrió rompiendo las murallas dimensionales que separan a la Sociedad de Almas de Hueco mundo.
Gritos de terror y dolor lograron escucharse en todo el lugar, llorando de desesperación ante el destino de la nada mientras algunos hollows salían hambrientos de aquel portal holocaustico, persiguiendo a las almas más puras para su festín, niños chillando del terror al arrancárseles la piel del sus tiernos cuerpecitos mientras eran devorados lentamente por la ambición desmedida de los atroces seres recién llegados, las suplicas no podían surtir menor efecto en un ser cuyo corazón había sido sustituido por un hueco.
-¡Consuman y destruyan!- rezaba el mandato de la bestia, del ser de salvaje apariencia que cruzaba el portal. Aspirando con fuerza rasgo el alma de incontables seres del llamado rukongai utilizando lo que los Espadas denominaban Gonzui, devorando todo. Mas su diversión y su sadismo no fueron satisfechos con aquella escena de apariencia dantesca ya que ordeno un trono, su estandarte sangriento del que sería el punto de inicio de su infernal asedio a la corte de las almas puras, a lo cual solo pudo saborear con la lengua cual rabioso can.
Los hollows reunieron a sus víctimas mutiladas, muertas o agonizantes para la creación del montículo del cual Okami dirigiría todo, caminando sobre el sufrimiento, aplastando huesos entre sus patas y explotando la carne al dulce son del agonizante sonido del dolor. Una vez en la cima de aquel altar a su grandeza exclamo con fuerza dirigiéndose al guardián de una de las puertas del Sereitei y a sus habitantes.
-¡Y aquí comienza su destino Shinigamis, la era de los Espadas ha iniciado!- rugió con fuerza abriendo sus fauces de par en par concentrando gran cantidad de energía de profundo y frio negro abismal conocido entre los que temen como Gran Rey Cero, despedazando por completo al antiguo guardián de enorme tamaño y abriendo por completo las impenetrables puertas.
- Spoiler:
- -Gran Rey Cero (王虚の閃光 (グラン・レイ・セロ), guran rei sero; literalmente "Fogonazo Real de Hollow"): Un Cero exclusivo de los Espada, que se realiza al mezclar unas gotas de sangre del propio Arrancar con su Cero, dando como resultado un ataque mucho más rápido, poderoso y extenso que un Cero convencional.
Efecto: Un devastador ataque contra el enemigo, similar al Cero Común pero más poderoso.
Reiatsu: 90
Komamura Okami- Mensajes : 66
Fecha de inscripción : 06/03/2011
Re: 1° Distrito: Junrinan. El asedio comienza.
*Las cosas se estaban dando una tras otra, a una velocidad que únicamente creaba un pesado y angustioso ambiente al ver como todo parecía irse de sus manos. La orden de detenerse de parte del Sotaicho claramente frenan sus intenciones de incorporarse al encuentro, para así atender la situación que ambos capitanes habían indicado, disponiéndose a cumplir con la labor de atender a los heridos desisten en sujetar a su Zanpakuto, asintiendo con su rostro como única respuesta al acatar las órdenes para desplazarse para su tarea, más las sucesión de los hechos hace que aquello se vuelva imposible al denotar y dejar que sus ojos celestes se dilaten al ver como aquella nueva y escena se desarrolla ante sus ojos, tras ver como el capitán del onceavo escuadrón se abalanza sin más aquel misterioso ente de fuego con una veloz ofensiva solo para ser tomado cautivo, para así mismo denotar como todos los presentes intentaran detenerle al menos con sus voces si ella legar a ser la excepción
–Shao-Taicho!!-
alcanza a gritar al verle presa del enemigo evidente preocupación expresados en su voz y en su rostro, para luego tornarse en una vacía y casi inexpresiva mascara en su faz tras escuchar los vocablos que el capitán pronuncia antes de desaparecer junto con el misterioso sujeto.
Sus rostro ligeramente baja posándose en el suelo ensombreciendo su perfil ante la sombra proyectada por sus cabellos dejando únicamente visible la mueca de enfado en su faz, así mismo como sus puños apretándose con fuerza dan muestra de la impotencia sentida, limitándose a escuchar y compartir aquel frustrado sentir a través de los insultos y reproches hacia el capitán onceavo de parte de los demás restantes por lo imprudente y por haberse ofrecido a caer ante aquel sujeto, dejando un vacío más en la sociedad de almas…
“Esas palabras…las hizo sonar…como si fueran…las ultimas…”
Mentaliza abatida al repetirse en su mente la despedida que aquel capitán había dado, incrementando así el enfado que inundaba ya a su persona al alzar su mirada y posarlo en el lugar donde había desaparecido con un peculiar resentimiento en su mirada.
-No serán las ultimas…-
murmura por lo bajo infundiéndose a sí misma de la decisión y determinación mostrada por la capitana del sexto escuadrón. A pesar de desafiar con su tono las órdenes del Sotaicho, con obvia razón puesto que en aquel estado únicamente en lugar de un desaparecido serian muchos más. Siendo así que la joven teniente dejando atrás aquella lentitud desatadas por sus emociones para centrarse en su deber voltee a ver a la capitana del sexto escuadrón
-No se preocupe…todos los heridos irán al escuadrón que corresponde….y también nos encargaremos de las perdidas…-
Musita en un monótono timbre de voz, puesto que en su interior sabía que desmoronarse ante la situación no sería de nada útil, para así dejar que sus pasos se aproximen a uno de los segadores que estaban en la cercanía del lugar reconociéndole como miembro de su propio gotei –Ve y diles a los demás que tenemos trabajo que hacer…- le ordena antes de seguir sus pasos hacia los heridos que habían resultado de aquella invasión, sus orbes pasaron de dejar de observar a los combatientes para fijarse en la destrucción alzada por ellos encaminandose hacia ese lugar*
Voy hacia Aquí
–Shao-Taicho!!-
alcanza a gritar al verle presa del enemigo evidente preocupación expresados en su voz y en su rostro, para luego tornarse en una vacía y casi inexpresiva mascara en su faz tras escuchar los vocablos que el capitán pronuncia antes de desaparecer junto con el misterioso sujeto.
Sus rostro ligeramente baja posándose en el suelo ensombreciendo su perfil ante la sombra proyectada por sus cabellos dejando únicamente visible la mueca de enfado en su faz, así mismo como sus puños apretándose con fuerza dan muestra de la impotencia sentida, limitándose a escuchar y compartir aquel frustrado sentir a través de los insultos y reproches hacia el capitán onceavo de parte de los demás restantes por lo imprudente y por haberse ofrecido a caer ante aquel sujeto, dejando un vacío más en la sociedad de almas…
“Esas palabras…las hizo sonar…como si fueran…las ultimas…”
Mentaliza abatida al repetirse en su mente la despedida que aquel capitán había dado, incrementando así el enfado que inundaba ya a su persona al alzar su mirada y posarlo en el lugar donde había desaparecido con un peculiar resentimiento en su mirada.
-No serán las ultimas…-
murmura por lo bajo infundiéndose a sí misma de la decisión y determinación mostrada por la capitana del sexto escuadrón. A pesar de desafiar con su tono las órdenes del Sotaicho, con obvia razón puesto que en aquel estado únicamente en lugar de un desaparecido serian muchos más. Siendo así que la joven teniente dejando atrás aquella lentitud desatadas por sus emociones para centrarse en su deber voltee a ver a la capitana del sexto escuadrón
-No se preocupe…todos los heridos irán al escuadrón que corresponde….y también nos encargaremos de las perdidas…-
Musita en un monótono timbre de voz, puesto que en su interior sabía que desmoronarse ante la situación no sería de nada útil, para así dejar que sus pasos se aproximen a uno de los segadores que estaban en la cercanía del lugar reconociéndole como miembro de su propio gotei –Ve y diles a los demás que tenemos trabajo que hacer…- le ordena antes de seguir sus pasos hacia los heridos que habían resultado de aquella invasión, sus orbes pasaron de dejar de observar a los combatientes para fijarse en la destrucción alzada por ellos encaminandose hacia ese lugar*
Voy hacia Aquí
Kajika Nozoni- Mensajes : 116
Fecha de inscripción : 13/09/2010
Edad : 33
Localización : Sociedad de Almas
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