De regreso: ¿Esto es el Cementerio?

SOCIEDAD DE ALMAS

Shigure's Theme 2

Hizo su mejor intento por seguir a la capitana con sus shunpos, pero no pudo. Era mucho más rápida que él y tenía más resistencia, por lo que le era imposible mantener su paso por mucho tiempo. A mitad de camino la perdió de vista, por lo que decidió bajar un poco la velocidad y avanzar un poco más tranquilamente. No era mucho lo que faltaba recorrer y no quería llegar muy agitado al otro lado. Estando ya cerca de la salida, terminó por acelerar un poco puesto que veía a la barredora a simple vista y no iba a tardar mucho en alcanzarlo. Se apuró en tomar la rendija y abrir la dangai, al tiempo que daba un paso al exterior. Su vista, al salir, se encontró con lo que parecía haber sido un campo de batalla. El terreno estaba bastante mal tratado y la tierra devastada. Pudo ver algunas tumbas, o restos de ellas, y asumió que se trataba de un cementerio. Todavía sin entrar en su gigai, dio unos pasos y se dirigió hacia donde se encontraba la capitana Shigure, que parecía estar buscando algo en su sensor.

- Shigure tai... Shigure-san ¿Qué ocurrió en este lugar?¿Es aquí donde el capitán de la treceava división murió?-

A pesar de lo obvio de la pregunta, prefirió formularla antes que guardarse sus deducciones. Se quedó mirando a su alrededor, observando con detenimiento el cementerio y lo que había allí, como si algo de todo aquello fuese a decirle qué había sucedido. Claro, solo tenía el campo de batalla y la muerte confirmada de su antiguo taicho, por lo que no había mucho para deducir, pero aún así se quedó como embobado mirando el escenario. En este estado de ensimismamiento se quedó esperando la respuesta de la capitana, para luego retirarse unos metros, hasta detrás de un pequeño grupo de árboles que no parecían haber sido alcanzados por la pelea.

- Ahora vuelvo Shigure-san. -

Allí, aprovechó para ingresar en su Gigai y cambiarse. Su ropa era un tanto más casual que la de Shigure. Una remera blanca de mangas cortas, unos jeans azules y zapatillas blancas también. Encima de la remera llevaba una camperita gris, aunque más tirando a blanco, que la dejó abierta. Al salir, volvió a darle una última mirada al terreno antes de sentarse en el suelo, apoyando su espalda con lo que quedaba de una de las tumbas, con los pies apoyados en el suelo y las piernas flexionadas y abiertas, dejando que sus brazos reposaran en las rodillas, con su zampakutoh apoyada en su costado derecho. Estaba a metro y medio aproximadamente de la capitana, pero su mirada estaba fija en el cielo, más que en la joven.

- Disculpe Taicho que le haga esta pregunta pero tengo la duda ¿Exactamente qué vinimos a investigar? Es algo que no me quedó del todo claro en la reunión. -

Se sonrojó ligeramente por unos instantes ante el cumplido de la capitana, aunque solo fue algo momentáneo. Sin embargo, dicho rubor despareció completamente casi tan rápido como apareció cuando Shigure comenzó a responder a la segunda pregunta de Sicarius. La información le había sido dada en la reunión de forma muy rápida y entemezclada con otras cosas, como su ascenso. Sin embargo, la explicación de Shigure lo dejaba mejor parado ante la situación y le daba una idea más cerrada acerca de lo que ocurría. Si bien había cosas que le quedaban medio en el aire sobre lo que Riku había dicho en la reunión y otros datos, tal vez menores, prefirió guardarse las preguntas para después, a medida que fueran adquiriendo relevancia. Parecía que la capitana estaba más centrada en el sensor que en la respuesta que le estaba dando, por la forma en la que observaba el objeto. Sin embargo, hizo una breve pausa para acercarse al capitán y sentarse en frente suyo, para luego proseguir con la explicación. A todo esto, Sicarius trataba de retener la mayor cantidad de información posible. Si bien no era demasiada, era importante que no le faltara nada, por si acaso podía servirle a él o a la investigación más adelante.

Al finalizar la explicación se levanta y se dispone a ayudar a Sicarius, al tiempo que le pide que saque su sensor y comience a utilizarlo.- - S-sí, Shigure-san. Lo siento, ahora lo saco. - Por algún motivo no se le había venido a la cabeza la idea de hacerlo antes, aunque tampoco sabía muy bien como funcionaba. Tomó la mano de la capitana y, apoyando la otra sobre la tumba para no forzar su peso en su compañera, se incorporó. Sacudió un poco su pantalón y su campera, que se había ensuciado con algo de tierra que pronto salió y comenzó a buscar en sus ropas por el sensor que, en la reunión, Shigure le había dado. Era un aparato relativamente pequeño y liviano. Para su sorpresa pudo encenderlo sin mucha dificultad y descubrió que en la pantalla habían aparecido una serie de mediciones, valores, palabras, abreviaturas y demás. Había opciones de control también, pero no estaba seguro de qué era cada una de ellas. Seguramente tardaría un poco en acostumbrarse, era la primera vez que tenía un aparato así en su poder. Sin embargo, no le gustaba retrasar a nadie ni parecer un incompetente en las cosas que hacía, prefería pasar por ignorante y aprender a ser un incompetente y perjudicar a sus compañeros.

- Shigure-san. ¿Puedo preguntarle cómo funciona esto? Es mi primera vez con uno de estos sensores... -

Iba a agregar un "lo siento", pero se estaba cansando de disculparse por todo y eso no hacía más que dar una mala imagen por parte de un capitán. Todavía no se acostumbraba a su nuevo cargo, aunque esperaba hacerlo pronto. De momento prefirió aguardar a la respuesta de la capitana y hacer silencio.

Sicarius permaneció en silencio mientras la capitana pacientemente iba describiendo cada una de las funciones del sensor. Fue explicando qué representaba cada valor que figuraba en la pantalla y el uso qué podía darle, ademas del típico de sensor. Era mucha información, toda junta, pero que le servía muchísimo para entender a grandes rasgos el funcionamiento del pequeño aparato. No era díficil de usar y, las mediciones, pasaba más por una cuestión de memoria y entendimiento de los tipos de reiatsu que otra cosa. Una vez Shigure hubo terminado la explicación, Sicarius guardó silencio por unos instantes, tratando de asimilar toda la información. Dejó escapar un suspiro breve antes de intentar emplear lo que le había dicho su compañera.

- Entonces, si yo presiono este botón verde, teóricamente podría comunicarme con usted... - Presionó el botón mencionado y procedió a hablar a través de su sensor. - ¿me escucha? -

Lo hizo por el simple hecho de evaluar el funcionamiento de aquel aparatito. Una mera prueba más. Una vez la capitana hubiese confirmado que el mismo funcionaba correctamente, al menos en ese sentido. Se quedó mirando un momento más aquel dispositivo antes de mirar a la capitana. - Lo básico lo comprendí, aunque todavía me tengo que acostumbrar bien a usarlo e interpretarlo. De todos modos, es impresionante que usted y Kenichi-taicho hayan diseñado esto. - Hizo una pausa para volver a observar los valores que se mostraban en la pequeña pantalla, antes de volver a hablar. - Muchas gracias por la explicación, Shigure-san. - Hizo una pequeña reverencia y volvió a callar, esperando para ver qué era lo que la capitana quería hacer, si esperarían un poco más a Riku o comenzarían la mision sin él.

Sicarius, en absoluto silencio y escuchando cada palabra de lo que la capitana decía, la fue acompañando en su recorrido mientras ella miraba su sensor en busca de rastros de reitatsu. El, por su parte, también prestaba atención al pequeño aparato, pero no sabía exactamente a donde mirar. Estaba claro que buscaban rastros de los Espada o, en su defecto, de un Arrancar, sin embargo no veía ningún cambio en la pantalla del dispositivo de rastreo. Finalmente, la capitana hizo una pausa para hacerle una pregunta al joven capitán. Lo tomó bastante por sorpresa que le hiciera una pregunta así, especialmente porque nunca se la habían hecho, aunque innumerables veces se había puesto a pensar sobre eso. Dejó escapar un fuerte suspiro un lanzó una mirada al cielo, al tiempo que una leve sonrisa se formaba en su rostro.

- Me hice shinigami para proteger a los demás. Fue algo que me enseñó mi padre desde que tengo memoria. - Hizo una pausa y cerró los ojos, como intentando recordar algo, como si quisiera, en su mente, volver a aquel tiempo cuando vivía en el Rukongai junto a ese ser que le resultaba tan querido y tan importante. Al final volvió a abrirlos y prosiguió. - Fue gracias a él que pude corregir mi camino y gracias a él que ahora estoy en este lugar. Me cuidó, me alimentó, me entrenó y me instruyó de la mejor manera que pudo. Lo menos que puedo hacer es seguir con su deseo que, en gran parte, también lo considero como mío. - En su voz había cierta melancolía y un leve dejo de tristeza, pero a su vez, se podía percibir un fuerte orgullo emanado del sentimiento que generaba esa idea en Sicarius.

Al finalizar, se puso a observar el trabajo de la capitana, en silencio. Le hubiese gustado ayudar, pero no tenía los elementos ni tampoco sabía exactamente qué era lo que debía recoger o almacenar. - ¿Por qué se hizo usted shinigami, Shigure-san? - Fue una pregunta que le salió producto de la curiosidad innata que poseía. Un punto que a veces jugaba en su favor, pero que en algunos momentos podía llegar a ser considerado una molestia, especialmente por la falta de cortesía que a veces demostraba al hacer ciertas preguntas. En este caso, cuando se dio cuenta de que tal vez sería mejor que la capitana se concentrara en la recolección de muestras traquila, ya era tarde. Su acostumbrada disculpa fue sustituída por silencio, le interesaba saber sobre otros, siempre quería saber sobre aquellos que lo rodeaban, de esa forma sabía cómo tratarlos, qué decir y qué no para no ofenderlo o generar malestar. Este deseo de saber sobre su compañera le ganó a la formalidad y cortesía que solía demostrar y las reemplazo por ese silencio antes mencionado.

Estaba atento escuchando a la capitana, cuando Riku apareció. Parecía un poco apurado en disculparse con Shigure por el comportamiento después de la reunión, tan apurado que ni se molesto en respetar las formas mínimas y saludar, aunque sea con un gesto, al nuevo capitán de la octava. Si bien sabía que era demasiado nuevo y que posiblemente los demás capitanes no lo tuvieran en la mayor de las estimas, no consideraba que estuviese bien directamente omitir su presencia. De todos modos, prefirió hacer silencio y dejar hablar a la capitana. Aprovechó la charla que estaba teniendo con Riku para observar su sensor y ver el movimiento de las líneas que representaban a los espadas. Ella decía que un cero había sido lanzado en ese lugar, por lo que su sensor debía reaccionar y efectivamente lo estaba haciendo. Se destacaba una cierta fluctuación en el valor asignado a espadas, pero nada más.

En eso, después de terminar de hablar a Riku, la capitana parece reaccionar ante algo que vio en su sensor. Sicarius, por imitación, mira el propio y ve algo que, por lo que había escuchado, no debía ocurrir. Un valor variaba entre espada y shinigami, algo teóricamente imposible, a menos según su conocimiento. A Shigure también le pareció algo extraño y no tardó en expresarlo casi literalmente en palabras. Propuso ir a buscarlo y que se mantuvieran en grupo y actuaran como tal. Era la mejor decisión al enfrentarse a algo desconocido o de naturaleza desconocida. No dudó un segundo en ir tras la capitana cuando ella comenzó a moverse. Guardó su sensor entre sus ropas y tomó con fuerza su zampakutoh. Si llegaba a ser un enemigo quería poder desenvainar rápidamente, aunque esperaba que no hubiese pelea. Si bien era shinigami para proteger a otros, no le gustaban los combates, especialmente por el efecto que solían tener en su personalidad.