El Diario de Shigure Parte 3: Los 30 Años de Shigure

por Shigure_Kuchiki Miér Mayo 04, 2011 3:26 pm

(En contrucción) Después agrego si será privado o no...

El Diario de Shigure parte 3: [Los 30 Años de Shigure]

“… No sé si mis memorias servirán de algo, si esto llevará a que recuerde mi pasado. Pero finalmente comprendí cual es mi destino, y lo cumpliré aún a costo de mi Vida… Enllel, Riku… Si algún encuentran mi diario es porque habré muerto… Recuerden que los quise con el Alma, y que si esto sale a la luz, es porque habré dado todo por la Sociedad de Almas…” Atentamente Shigure Kuchiki – Rokuban Tai Taicho.

Capítulo 1: El Infierno en la Tierra…

Ost del Momento.

Todo era un caos, más un shinigami corría con velocidad entre Shumpos y saltos iba saltando las ramas de los suelos, y las asperezas del camino como rocas, perdazos de cuerpos, shinigamis muertos, heridos… Sin embargo el tenía otra prioridad y era salvar a su nieta. Tenía un corte de una espada y no sabía si era maligna o no.

Este mira a la joven mientras avanza raudamente hacia la Casa Familiar – Resiste Shigure… No puedes irte ahora – Exclama ante la palidez que mostraba la joven a medida que el tiempo transcurría, su zanpakutoh estaba completamente quebrada, sin duda había dado todo por la Sociedad de Almas pero no era momento de irse, aún tenía mucho que pelear.

Llegando al sitio – ¡Abran! Es urgente – Exclama Byakuya al tiempo que se aproxima a la puerta, mas esta se abre y en un parpadeo entra al sitio – Fortalezcan la guardia, que nadie ingrese a la casa, hay demasiados shinigamis convirtiéndose. – Mira a otro sitio - ¡YA! Traigan a un médico, Shigure se muere… - Exclama para de este modo ingresar al interior de la casa mientras las órdenes del ex capitán se iban cumpliendo.

Enseguida asisten a la shinigami, estaba completamente envuelta en sangre, sin embargo su piel era tan pálida cono un Haori nuevo, el joven se muestra firme en todo momento ayudando a Rukia a curar a su nieta, el tiempo pasaba y todo parecía en vano, el no reacciona a la vista de todos, pero por dentro se estaba ahogando en dolor y preocupación. Tras un rato llegan personas del 4º Escuadrón las más experimentadas de todos y comienzan a atender a la capitana del Gotei 6 que a cada instante se iba hacia el sueño eterno, estuvieron al menos un día entero tratando de estabilizarle, era prácticamente imposible, la ruptura de su zanpakutoh la había absorbido, su cuerpo estaba ahí vivo, pero su mente estaba dentro del mundo de la espada.

Una vez un tanto mas estable y recuperada corpóreamente, Byakuya Sama, decide tomar la espada y mirarla fijamente, sus ojos no se apartaban de aquella empuñadura, y menos de un cuarto de hoja – ¡Devuélvemela! – Musita tajante a la espada, sin embargo ésta no reacciona. Gruñe bastante irritado sin embargo observa la hoja detenidamente, en eso Senbonzakura aparece manifestándose fuera de la espada.

Mas le mira por detrás de su máscara – Nakigoe está muerto… Amo – Musita de manera seria mientras observa a su portador en silencio, mira a la capitana un instante - si gusta yo puedo saber como está el mundo interno de la espada, es arriesgado pues puedo quedar atrapado en ella también, pero… No veo otra opción – Musita mientras espera alguna palabra del shinigami.

El de morenos cabellos observa a su espada manifestarse, no lo esperaba por ende estaba un tanto sorprendido – Comprendo… - Musita mientras medita las palabras de aquel ser un instante – De acuerdo, puedes ir… Pero solo tienes una hora – Dice de modo tajante puesto que el riesgo que corre es demasiado.

Ost Del Momento

Senbonzakura por su parte asiente, y obedece – Una hora será entonces… Hágame el favor de acercarme a la espada – Musita. Es entonces que Byakuya toma su zanpakutoh y la posa cerca de Shigure, y por sobre esta la hoja de Senbonzakura. Más se sienta paciente junto a ella tomando su mano – Ve… Quiero ver que tan mal está el mundo interno, para poder medir como está su mente… - Musita ahora con una leve angustia en su voz. Al parecer los golpes de la vida, no le habían cambiado, pero si le habían hecho comprender muchas cosas que a éstas alturas eran complejas, pero tan simples de comprender a la vez, como lo es el mostrar afecto por los que realmente aprecias.

En eso aparece una mujer de negros cabellos quien se sienta a su lado en silencio, quien dejaba una bandeja con té a un costado, se mantiene callada por un instante, viendo como la energía de Senbonzakura pasaba a la espada de Shigure. En eso posa la mano en su hombro – Hermano… Debes confiar en ella… Se recuperará – musita mientras sonríe tenuemente buscando la mirada del joven.

La mano de aquel shinigami se posó en la pequeña mano de la mujer – Rukia… - Musita para de éste modo verle de reojo – Si puedo hacer algo más, lo haré, no quiero que pase lo mismo que con Hisana, no pude hacer mucho más que darle una mejor calidad de vida… Pero a ella puedo salvarla de morir – Susurra para luego observar nuevamente a quien reposa delante de ellos. Rukia por su parte le pasa una taza de te a su hermano quien habla de nueva cuenta – Dime ¿Qué es lo que encontraron entre su Hakama? – Pregunta pues en el transcurso de ese día había sabido la verdad de casi todos los hechos.

La de morenos cabellos le observa - Solo tenía dos llaves, unas fotos y una pulsera roja – Musita mientras toma una caja y deja todo cerca del Byakuya – Ya veo… - Musita mientras suelta con delicadeza a la joven, y toma aquella caja para abrirla – Pero… ¿Esto dónde estaba? – Cuestiona tanto curioso como preocupado, mas no se denota tanto en su rostro.

Ella le observa – Estaba en el Gotei, al parecer su casa por suerte no fue tocada por el fuego en demasía… Al parecer con cosas importantes para Shigure Chan, creo que servirá para saber algo mas de ella, después de que vino a verte al ser ascendida a capitana, no se supo mas de ella – Musita mientras acobija a la joven Shinigami.

Asiente – Si, es mejor que ocultes esto, aunque para mi algunas cosas no tienen valor, tal vez para ella sean significativos, solo me queda esperar las noticias de Senbonzakura – Musita mientras vuelve a ver a su nieta. En eso Rukia se pone de pie y le observa – Me iré a descansar un poco, deberías hacer lo mismo Byakuya… - Musita mientras posa su mano sobre el hombro del shinigami, quien espera ver como se encuentra el mundo interno de la Shinigami.