Despacho de la Capitana
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Despacho de la Capitana
Siguiendo aquel pasillo y llegando al fondo del mismo, hay unos pequeños escalones, que dirigen a un balcón ubicado un tanto mas alto, a modo de vigilar todo lo que sucediese en el Gotei, éste camino dirige hacia el despacho de Kuchiki Shigure Taicho. En la puerta de dos hojas se pueden denotar finos grabados los cuales son ramas de cerezos con algunas avecillas celestes dibujados al frente, y en medio de esta los cerrojos de la puerta son similares a las guardas de Senbonzakura, la misma se abre hacia los lados, dando paso al interior del mismo se puede ver un amplio salón con un sofá en un extremo, un pergamino con la palabra "Justicia" detrás de la mesa, algunas bibliotecas de finas terminaciones, en una ventana justo en frente de la mesa que se encuentra lateralmente a la puerta, hay un bonsai de cerezo, un amuleto pequeño con un yingyang, de buen augurio rojo y dorado, y unas pequeñas campañillas que tintinean muy suavemente con el mecer del viento. En aquel recinto se respira paz, y calma... Pues el ejecutar leyes no es fácil, por lo que requiere un ambiente relajado, y sereno. Mas a la izquierda, hay una mesa con una tetera de porcelana, finamente decorada con rosas de varios colores, sus respectivas tazas, debajo en un estante, unos platos, palillos a modo de cubierto y algún que otro utensillo de mesa, debido a que puede llegar a pasar horas en su despacho trabajando.
Volviendo hacia el lado de la puerta sobre esa pared hay solo un pergamino blanco colgado, con el nombre de su abuelo escrito en dorado, y decorado del mismo modo, ya que eso le recuerda el porqué se había decidido ser shinigami, aunque renegaba de aquel anciano, no tan anciano en realidad, Shigure le tenía presente en todo momento, en agradecimiento por los cuidados recibidos. Y alrededor de la mesa se pueden ver, dos sillas sin patas de un lado de la misma, y otra un poco mas imponente hacia el lado de la pared donde cuelga aquel pergamino de justicia.
Volviendo hacia el lado de la puerta sobre esa pared hay solo un pergamino blanco colgado, con el nombre de su abuelo escrito en dorado, y decorado del mismo modo, ya que eso le recuerda el porqué se había decidido ser shinigami, aunque renegaba de aquel anciano, no tan anciano en realidad, Shigure le tenía presente en todo momento, en agradecimiento por los cuidados recibidos. Y alrededor de la mesa se pueden ver, dos sillas sin patas de un lado de la misma, y otra un poco mas imponente hacia el lado de la pared donde cuelga aquel pergamino de justicia.
Shigure_Kuchiki- Mensajes : 352
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Edad : 39
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Re: Despacho de la Capitana
Camara de los 46
Ost del Momento
Rukongai - El Asedio Comienza
Ost del Momento
**Tras un lento caminar la joven capitana comienza a sentir los golpes del pasado, llevaba en sus manos aquellos archivos en una caja de madera, para que no se vuelen ni estropeen. Poco a poco recorre los pasillos de su escuadrón caminando a paso calmo, un tanto ansiosa, pues la batalla estaba desequilibrando su estabilidad emocional, no sabía como estarían sus compañeros, o que podría pasar. - Creo que debería ir, pero el Sotaicho se encuentra ahí, conociéndole como és, no querrá que me metan, sería un completo estorbo - Pensaba al tiempo que su mirada viraba hacia donde se encontraban las energías de ambos bandos, estaba alerta pero qué podía hacer. No tenía muchas opciones, Enllel, era su amigo, su sensei y casi que hasta su padre también, sin embargo la insertidumbre le carcomía el cerebro y el corazón se le oprimía a cada instante.
Lentamente se acerca hacia su despacho, el cual está hermosamente decorado, abriendo la puerta se adentra en su despacho, para dejar la caja a un lado, de este modo se prepara algo de te, luego junta tres escritorios mas al que tenía haciendo una gran mesa donde se sienta cómodamente sobre un almohadon, prepara tinta y su pluma roja, como siempre y tomando un cuaderno comenzó a leer nuevamente detenida, con calma cada uno de los archivos, pues había cosas que eran necesarios tener en cuenta, dentro de poco si las cosas salen bien de aquella batalla había una junta, por lo que quería estar en todo su pleno poder y mental, para poder hacer las cosas como se deben -" Se los debo Zero san... Ouka Sama" - Piensa al tiempo que con una enorme sonrisa, pone algo de música relajante, aunque un tanto melancólica pero quiere recordar, y para eso necesitaba estar sola.
En eso Kuroryu se libera solo tras haber sido dejado en la repisa, mas sabe que interrumpir no sería prudente, su ama estaba concentrada y eso a él le hacía feliz, aunque notara la tristeza y el vacío en su corazón - Shigure... Estoy por aquí sabes. Cualquier cosa que necesites yo... - Mira un tanto triste mientras se posa a su frente viendole leer.
La Capitana sonríe al verle y le ofrece te de cerezo y rosas, mientras toma su mano en calma - Se que estás, siempre juntos Kuroryu... Siempre - Susurra mientras mientras le regala una verdadera sonrisa, de esas que hace tiempo no regalaba mas que a Kotaro Zero, pero ahora aquel dragón se la había ganado. Luego volvio a su trabajo que era mucho y largo de hacer. Sin embargo por alguna razón no podía concentrarse, en su sangre había algo que le impedía estarse quieta mientras sus amigos estaban debatiéndose entre la vida y la muerte, por lo que apoyó sus manos con fuerza sobre la mesa - Kuroryu, debemos ir, no puedo con mi genio... Se que debo cuidarme pero... Ellos... - Mira a su zampakutoh sentado a su lado.
Aquel dragón sonrió - Te entiendo perfectamente, vamos... Yo cualquier cosa te protegeré - Musita al tiempo que sus ojos azules brillan fuerte, haciéndose una luz violeta y negra vuelve dentro de la espada.
Tras ello la toma y la ata a su espalda, con un lazo azul entre su pecho, para poder tenerla a rango de alzance - Bien... Es tiempo de demostrar quien es la Ley aquí -Musita al tiempo que sus ojos toman un color levemente espejado y una mirada fría. Es entonces que sale presurosa de su Gotei con mucha velocidad, la cual enorgullece a la capitana, incluso es bien vista por el Ominsukedo, aunque varias veces rechazó su oferta. Está pronta a socorrer sus amigos.**
Lentamente se acerca hacia su despacho, el cual está hermosamente decorado, abriendo la puerta se adentra en su despacho, para dejar la caja a un lado, de este modo se prepara algo de te, luego junta tres escritorios mas al que tenía haciendo una gran mesa donde se sienta cómodamente sobre un almohadon, prepara tinta y su pluma roja, como siempre y tomando un cuaderno comenzó a leer nuevamente detenida, con calma cada uno de los archivos, pues había cosas que eran necesarios tener en cuenta, dentro de poco si las cosas salen bien de aquella batalla había una junta, por lo que quería estar en todo su pleno poder y mental, para poder hacer las cosas como se deben -" Se los debo Zero san... Ouka Sama" - Piensa al tiempo que con una enorme sonrisa, pone algo de música relajante, aunque un tanto melancólica pero quiere recordar, y para eso necesitaba estar sola.
En eso Kuroryu se libera solo tras haber sido dejado en la repisa, mas sabe que interrumpir no sería prudente, su ama estaba concentrada y eso a él le hacía feliz, aunque notara la tristeza y el vacío en su corazón - Shigure... Estoy por aquí sabes. Cualquier cosa que necesites yo... - Mira un tanto triste mientras se posa a su frente viendole leer.
La Capitana sonríe al verle y le ofrece te de cerezo y rosas, mientras toma su mano en calma - Se que estás, siempre juntos Kuroryu... Siempre - Susurra mientras mientras le regala una verdadera sonrisa, de esas que hace tiempo no regalaba mas que a Kotaro Zero, pero ahora aquel dragón se la había ganado. Luego volvio a su trabajo que era mucho y largo de hacer. Sin embargo por alguna razón no podía concentrarse, en su sangre había algo que le impedía estarse quieta mientras sus amigos estaban debatiéndose entre la vida y la muerte, por lo que apoyó sus manos con fuerza sobre la mesa - Kuroryu, debemos ir, no puedo con mi genio... Se que debo cuidarme pero... Ellos... - Mira a su zampakutoh sentado a su lado.
Aquel dragón sonrió - Te entiendo perfectamente, vamos... Yo cualquier cosa te protegeré - Musita al tiempo que sus ojos azules brillan fuerte, haciéndose una luz violeta y negra vuelve dentro de la espada.
Tras ello la toma y la ata a su espalda, con un lazo azul entre su pecho, para poder tenerla a rango de alzance - Bien... Es tiempo de demostrar quien es la Ley aquí -Musita al tiempo que sus ojos toman un color levemente espejado y una mirada fría. Es entonces que sale presurosa de su Gotei con mucha velocidad, la cual enorgullece a la capitana, incluso es bien vista por el Ominsukedo, aunque varias veces rechazó su oferta. Está pronta a socorrer sus amigos.**
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Re: Despacho de la Capitana
Vengo de la puerta Norte
Ost del Momento
RUKONGAI - DISTRITO 1
Ost del Momento
**Aquella joven llega hacia su despacho, estaba completamente fuera de si, dentro de su ser algo comenzaba a salirse de control, sentía una opresión en su pecho muy inestable, eran sus emociones que contradecían a su espada, la cual pedía que fuera fría. Es entonces que la tomo de la espalda mirandola fíjamente - ¿Que es lo que quieres? que me quede sin hacer nada, no puedo tengo ganas de caer al hueco Mundo con todas mis fuerzas - Musita de modo molesta mientras observa todo caminando de un lado a otro.
En eso la espada se libera y un joven de cabellos negros y ojos azules se hace presente, su mirada era serena pero seria - Pero dime, en ese estado irás... ¿¡A qué!? A que te maten... Eso es lo que harás debes calmarte y pensar en frío, debes hablar con el Sotaicho... Y decirle que es lo que sucede... Cuanto tiempo mas harás las cosas sola, dime ... - Musita el dragón mientras toma a la joven por los hombros para de éste modo buscar la mirada de su ama.
Ella quien no deja de caminar se ve detenida por aquel ser - Kuro San, mira no es tan simple... Tu tal vez no puedes comprender los sentimientos, pero siento que me estoy muriendo por dentro, y todos estamos mirando el techo... Perdimos TRES capitanes en menos de una semana Tres!! - Musita mientras trata de encontrar una razón para tanta desgracia junta, algo estaba fallando y ya era completamente evidente. En eso toma su frente con fuerza sintiendo que su cabeza iba a explotar, no tenía mas fuerzas, no sabía de donde empezar o como.
En lo que el dragón le abraza con fuerza - Yo estoy a tu lado y hay mas capitanes dispuestos a ayudar, es hora de hacer que las cosas se pongan firmes, debes ser fuerte, habrá tiempo para llorar... - Musita mientras se separa de ella y le mira fijo - Ahora, debes ir tomar un poco de agua, respirar hondo y salir a buscar al Sotaicho, y a los demás capitanes... - Dice al tiempo que no se despega de ella - Ve que es lo que está fallando, tienes mucho que hacer, y la verdad tienes que avivar las mentes de los demás - Musita al tiempo que vuelve a su espada y brilla con fuerza.
Es entonces que hace eso, bebe algo de agua, moja un poco su rostro para luego acomodar nuevamente el Keiseikan en su testa - Tienes razon Kuro san, no puedo dejarme cegar ahora... - Musita mientras su ser comienza a calmarse, por dentro estaba destrozada no encontraba consuelo alguno, pero era tiempo que de los capitanes volvieran a recuperarse y a posicionarse en sus lugares de trabajo - Iré primeramente al Rukongai, veré quienes quedaron allí - tras esto toma su espada y la deja nuevamente en su espalda, tras acomodar su haori sale nuevamente hacia donde los demás se suponía que estaban.**
En eso la espada se libera y un joven de cabellos negros y ojos azules se hace presente, su mirada era serena pero seria - Pero dime, en ese estado irás... ¿¡A qué!? A que te maten... Eso es lo que harás debes calmarte y pensar en frío, debes hablar con el Sotaicho... Y decirle que es lo que sucede... Cuanto tiempo mas harás las cosas sola, dime ... - Musita el dragón mientras toma a la joven por los hombros para de éste modo buscar la mirada de su ama.
Ella quien no deja de caminar se ve detenida por aquel ser - Kuro San, mira no es tan simple... Tu tal vez no puedes comprender los sentimientos, pero siento que me estoy muriendo por dentro, y todos estamos mirando el techo... Perdimos TRES capitanes en menos de una semana Tres!! - Musita mientras trata de encontrar una razón para tanta desgracia junta, algo estaba fallando y ya era completamente evidente. En eso toma su frente con fuerza sintiendo que su cabeza iba a explotar, no tenía mas fuerzas, no sabía de donde empezar o como.
En lo que el dragón le abraza con fuerza - Yo estoy a tu lado y hay mas capitanes dispuestos a ayudar, es hora de hacer que las cosas se pongan firmes, debes ser fuerte, habrá tiempo para llorar... - Musita mientras se separa de ella y le mira fijo - Ahora, debes ir tomar un poco de agua, respirar hondo y salir a buscar al Sotaicho, y a los demás capitanes... - Dice al tiempo que no se despega de ella - Ve que es lo que está fallando, tienes mucho que hacer, y la verdad tienes que avivar las mentes de los demás - Musita al tiempo que vuelve a su espada y brilla con fuerza.
Es entonces que hace eso, bebe algo de agua, moja un poco su rostro para luego acomodar nuevamente el Keiseikan en su testa - Tienes razon Kuro san, no puedo dejarme cegar ahora... - Musita mientras su ser comienza a calmarse, por dentro estaba destrozada no encontraba consuelo alguno, pero era tiempo que de los capitanes volvieran a recuperarse y a posicionarse en sus lugares de trabajo - Iré primeramente al Rukongai, veré quienes quedaron allí - tras esto toma su espada y la deja nuevamente en su espalda, tras acomodar su haori sale nuevamente hacia donde los demás se suponía que estaban.**
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